Cal vuelve a competir, aunque sufre ante el "trabajador y alocado" Queiroz

Carmen Menéndez

Moscú, 7 ago.- David Cal, el español con más medallas olímpicas (cinco), ha reaparecido hoy en la competición internacional tras lograr su quinta presea en Londres al debutar en los Mundiales de Piragüismo de Mopcú, donde ha sufrido ante la valía de sus rivales, entre ellos el brasileño Isaquias Queiroz, el canoísta "trabajador y alocado" con el que comparte entrenamientos y casa en Sao Paulo.

Cal ha declarado a Efe que está convencido de que ha sido "acertada" su decisión de emigrar a Brasil porque "necesitaba un cambio" que ha encontrado junto a cuatro canoístas del equipo sudamericano, uno de ellos el que ahora es su amigo, compañero de piso y, desde hoy, quizás su principal adversario.

"Yo intentaré ganarle y a la inversa, aunque creo que aquí él tiene las de ganar y se adjudicará el duelo; lo acepto porque ha entrenado más que yo, ha trabajado más y se lo merece", ha vaticinado Cal.

Cal confía en tomarse la revancha en la próxima cita olímpica en Río 2016, en "casa" del joven Queiroz y "media mía", ha dicho en alusión al tiempo que el gallego llevará entrenando allí.

En su vuelta a la competición internacional ha tenido sensaciones que "no fueron muy buenas" al sentir que "iba atascado" en la eliminatoria.

En su opinión este año está siendo "más flojo que otros", por lo que admite que su objetivo en el Mundial 2014 es clasificarse para la final porque las medallas le resultan un reto "demasiado complicado" al no contar con el "nivel suficiente".

"Desde 2007 entrenaba solo, y eso hacia que fuese especialmente dura la primera parte del trabajo de la temporada cuando se realizan sesiones más largas, además de los rigores del invierno", ha explicado Cal para quien los entrenamientos se hacen "más llevaderos" en Brasil al llevar a cabo la tarea "con más gente, lo cual es más divertido y se lleva mucho mejor".

Para el español, de perfil introvertido, adaptarse al carácter alegre de sus compañeros brasileños fue "algo raro al principio", ya que estaba "acostumbrado a vivir solo desde hacia bastante años".

"Yo soy bastante más tranquilo así que, de repente, pasar a vivir con ellos que son la alegría personalizada es un cambio radical", ha indicado en referencia a la que considera una experiencia "muy positiva".

Cal no esconde que "a veces también cansa un poco" porque en ocasiones precisa "un poco de tranquilidad y paz" que "no dan", ya que están "todo el día con buen ambiente y mucha alegría que, al final, se contagia y se nota desde que se levantan por la mañana, cuando uno se pone a bailar, otro pone música, otro gasta bromas, y luego vas a entrenar riéndote y lo pasas bien".

"Eso te va contagiando y aunque no quieras te vas metiendo en su juego", ha señalado Cal, que ante la posibilidad de instalarse en un apartamento solo o vivir con cuatro palistas del equipo brasileño ha elegido lo segundo porque "ya que iba a estar tres años" en el país sudamericano "no quería" encontrarse solo.

Sobre su principal adversario, Isaquias Queiroz, doce años menor que él, ha dicho que es el "más joven, extrovertido y alocado de todos", el cual tiene como filosofía de vida "divertirse, le gusta pasarlo bien", y ha apuntado algunos detalles de la nueva figura de la canoa, que "se casó a los 18 años y a los 3 meses se separó. Al poco se echó novia y ahora quiere casarse de nuevo".

Cal valora en el brasileño su capacidad para el trabajo. "En el agua pelea todas las series y no te deja ganar", ha sostenido en referencia a un compañero y adversario que "siempre trabaja por encima de la tarea marcada, lo que obliga a veces a mandarle que pare un poco".

Tras coincidir ambos en el estreno mundialista, el pontevedrés ha asegurado que cada uno de ellos "mira su propio interés" y que "no hay problema" aunque en el agua son "enemigos".

A la espera de trasladar el lugar de preparación a Belo Horizonte, el emplazamiento con una pista con características similares a las de Río, al que irán los canoístas que dirige el técnico español Suso Morlán, Cal vive en Sao Paulo, una ciudad "muy caótica en la que en el día a día se pierde mucho tiempo en los atascos de tráfico".

La integración del español con el equipo brasileño de piragüismo queda constatada con su presencia en el hangar que los sudamericanos ocupan en el imponente campo de regatas de Moscú.

"Necesitaba estar con mi entrenador y con mis compañeros, no es por hacer un feo al equipo español. Ando un poquito aquí y otro allí", ha manifestado Cal, que recuerda lo duro que fue para él tomar la decisión de irse a Brasil, algo que a su madre "no le gustó mucho" aunque finalmente "no puso impedimentos".