Casillas se la juega en la Supercopa con la presión de hacer el partido perfecto

Ha empezado la cuenta atrás para Iker Casillas. Una mala actuación en la Supercopa de Europa provocará que se reabra un nuevo debate en la portería y que Ancelotti precipite el relevo para dar entrada a Keylor Navas. Sin Diego López la presión aumenta para el capitán. Esta final contra el Sevilla es un todo o nada para un guardameta que, a sus 33 años, se le exige que siga demostrando que no ha perdido las condiciones que le llevaron a ser el dueño de la portería madridista durante quince temporadas. El propio Iker sabe que se juega el puesto. Lo avisó públicamente Ancelotti con esta declaración tras la derrota contra el Manchester United: "Casillas juega la Supercopa y luego ya veremos". Quiso decir que si no da el nivel o se confirma que ha perdido confianza y seguridad le dará la oportunidad a Keylor Navas. "Todavía no sé si jugarán los dos porteros dependiendo de la competición, o lo sé pero no te lo digo. Lo único seguro es que mañana juega Casillas", abundó la víspera del partido ante el Sevilla.

Casillas tuvo una mala actuación en el tercer partido de la pretemporada contra el Manchester United. Encajó tres goles y transmitió inseguridad. En el club están en alerta por si es una simple mala racha o se trata de un bajón prolongado. Viene de atrás. Concretamente de la final de la Champions en Lisboa donde también midió mal en una salida que aprovechó Godín para adelantar al Atlético. Puso en peligro la Décima. Luego tampoco estuvo acertado en el Mundial. "No creo que esté en el peor momento de mi carrera", aseguró en la rueda de prensa oficial previa a la final. "Todo es temporal. Quizás no he estado a mi mejor nivel en los últimos partidos con el Madrid y la selección, pero hay que aprender de esos momentos".

El Real Madrid se decidió por rejuvenecer la portería y fichar a Keylor Navas (27 años). El costarricense tiene cinco años menos que Iker y Diego López. Entre estos dos últimos se elegió que tenía que salir uno y el que tenía ofertas era Diego. Sobre todo porque cobra bastante menos que Iker. El Milan ha sido la solución. Se ha quedado Iker Casillas, con el que se sigue confiando pese a esta mala racha porque en la Copa del Rey solo encajó un gol y en la Chamipions fue decisivo en partidos como el de Dortmund, donde evitó la eliminación. Todavía tiene crédito, aunque ya no es ilimitado. Fue el portero de los dos títulos.

Contra el Sevilla jugará de titular y con la presión de tener que hacer un partido perfecto para recuperar la confianza. Su lenguaje corporal transmite algo extraño. Sonríe menos, se le ve aislado del grupo y tiene menos chispa en los partidos, que es lo mismo que decir que ha perdido esos reflejos y agilidad que le convirtieron en 'San Iker'. "Entiendo que cuando juegas en el Madrid, tu nombre suena constantemente, para lo bueno y para lo malo. Tienes que afrontar la situación y dar la cara. No voy a esconderme", profetizó Casillas.Veremos cómo afronta el primer partido sin Diego López y con la competencia que le amenaza de Keylor Navas, que estará en el banquillo de Cardiff.