En la Champions League, los dos equipos lucen un pequeño parque con la palabra "respeto" en inglés y el Bayer Leverkusen se tomó la prebenda al pie de la letra. Carente de su capitán Ballack por lesión, la escuadra alemana navegó cerca de su costa, consciente del peligro que la armada del Barça podía causar en la portería de Leno.
Demasiado cohibidos por la entidad del rival y la importancia del partido, los renanos se concentraron en defender y no dispararon a la portería de Valdés hasta el segundo tiempo. Nervios e imprecisión para comenzar y algo de velocidad antes de la media parte. Pero el Barcelona no perdona los errores ajenos, aprovecha la confianza del rival y en el momento en que el equipo local se desperezó cometió un error y Alexis Sánchez no perdonó.
Desinhididos tras el gol encajado, los jugadores del Bayer Leverkusen adelantaron la defensa e iniciaron un ataque anárquico que despistó al Barcelona. Corluka, excursionista en la línea de fondo contraria a su portería, ponía un centro exquisito al corazón del área para que Kadlec se llevara por delante a Alexis y pusiera el empate en el electrónico del BayArena.
Fue un espejismo de cinco minutos, el tiempo que tardó Cesc en conectar con Alexis. Salvador azulgrana, el chileno superó a Leno y definió a placer. Ante el resultado adverso, al Bayer no le importó entonces ceder la eliminatoria en su campo antes que ofrecer la miedosa imagen del primer tiempo. Schürlle y Castro dejaron de ser meros ayudantes de los laterales y orquestaron el ataque. Valdés hizo una fugaz pero decisiva aparición y el Barça, con más pegada que juego, vuelve a casa con los deberes hechos.
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