Más allá de las críticas que pueda recibir España por el empate ante Finlandia -y sobre todo por la relajación tras el gol de Sergio Ramos-, las cicatrices del partido quedan reflejadas en la clasificación del grupo I, el cual lidera ahora Francia con dos puntos de ventaja sobre la Roja.
Eso obliga a España a vencer sí o sí a los galos el martes en Saint Denis para poder recuperar el liderato del grupo, el único puesto que da acceso directo al Mundial de Brasil 2014. El segundo puesto sólo permite acceder a la repesca (ocho de los nueves mejores segundos jugarán esta fase).
Así pues, tras los empates ante Francia (allá por octubre) y ahora ante Finlandia, el partido del martes se plantea como decisivo para el futuro de España. Si los de Del Bosque no ganan el martes, empezarían a depender de los resultados de una Francia que, si ganara todo, se clasificaría para el Mundial.
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