Los siete Clásicos del 2011 llevaron la rivalidad entre Real Madrid y Barcelona a límites desconocidos. Algunos llegaron a aventurar una crisis en la selección española por los piques entre los internacionales de los dos equipos, pero al final las aguas volvieron a su cauce, eso sí, tras dejar varias acciones que ratifican que la polémica casi siempre va unida a estos duelos en los que saltan chispas.
Más allá de las acciones deportivas, una serie de incidentes quedaron grabados en las retinas de los espectadores. La tángana al final del partido de vuelta de la Supercopa, con jugadores de los dos equipos empujándose unos a otros y algo más, y con el entrenador del Real Madrid, José Mourinho, metiendo un dedo en el ojo al segundo de su homólogo en el Barcelona, Tito Vilanova, que luego empujó al portugués, dio la vuelta al mundo.
El técnico blanco era reincidente en la polémica porque ya fue sancionado por la UEFA tras unas duras declaraciones en la Champions en las que pedía una explicación ante lo que consideraba continuas ayudas arbitrales al rival azulgrana. Llegó incluso a alterar el pulso a Pep Guardiola, que le contestó en otra rueda de prensa en la que atacó a Mourinho y a parte de la prensa madrileña, que encuadró en la llamada 'Central Lechera'.
Lo de los errores arbitrales, escándalos para quienes los sufren, viene de lejos. La rigurosa o no expulsión de Pepe o el gol anulado a Higuaín son las últimas, pero los aficionados de los dos equipos todavía mantienen cuentas pendientes desde mediados del siglo pasado, e incluso antes. Los madridistas recuerdan todavía el arbitraje del inglés Leafe, que anuló a los blancos cuatro goles en el Camp Nou en la Copa de Europa. Los azulgranas sacan a relucir el penalti que señaló Guruceta por falta de Rifé sobre Velázquez que fue fuera del área.
Gestos y acciones para el recuerdo
Los Clásicos son partidos de alto riesgo para las fuerzas del orden, y no es extraño por la tensión que se vive en la grada. Parte de la afición barcelonista arrojó todo tipo de objetos sobre Luis Figo cuando regresó al Camp Nou con la camiseta blanca, incluida una botella de whisky y una cabeza de cochinillo; un espectador agredió al azulgrana Pepe Reina en el Bernabéu cuando éste fue a por el balón junto a la grada.
Hay gestos que han creado una enorme polémica. Uno de los que más, el de Raúl mandando callar al público del Camp Nou tras marcar un gol en el coliseo azulgrana. Para los madridistas, un gesto histórico; para sus rivales, una ofensa. Otros gestos, sin embargo, han recibido la repulsa generalizada. Las 'bananas' de Giovanni tras marcar en el Bernabéu o los cortes de manga de Pepe en la última final de la Copa del Rey son un ejemplo, igual que el pisotón del búlgaro Hristo Stoichkov al árbitro Urizar Azpitarte en una Supercopa de España.
Ahora que llegan dos nuevos Clásicos, lo deseable es que los dos partidos sean espectaculares en lo deportivo y que la polémica está vez se quede fuera de los dos estadios. En el Bernabéu empiezan los Real Madrid – Barcelona de 2012. ¿Serán más tranquilos que los de 2011?
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