Sobre la hierba del Parque de los Príncipes se demostró que PSG y Chelsea disputan la gran eliminatoria de los octavos de final de la Champions League. Se preveía un planteamiento conservador de Mourinho pero el equipo de Blanc es capaz de darle emoción a todo tipo de situaciones de juego. Quiso más el PSG pero no logró sentenciar una eliminatoria que se resolverá, como el año padado, en Stamford Bridge, partido al que Mourinho ha confiado todo. El técnico luso hizo un canto al fichaje de Courtois el año pasado tras el choque de vuelta contra el Atlético de Madrid. "Ellos tienen un portero que da títulos", dijo el luso y con razón. Porque el meta luso ha sido el mejor del conjunto londinense.
El ex del Atlético de Madrid realizó tres paradas de mérito antes que Cahill tocara de tacón e Ivanocic rematará de cabeza para cruzar el balón ante Sirigu. El plan de Mourinho estaba saliendo a la perfección. Su equipo sufría atrás pero paraba Courtois y había aprovechado su segunda ocasión del partido (la primera fue un centro cerrado de Fábregas que desbarató Sirigu). Todo estaba controlado pero el PSG ya demostró el año pasado que los petrodólares han hecho del conjunto francés un equipo intenso, con capacidad para asociarse y con jugadores que solucionan partidos. Al fin y al cabo eso vale dinero.
Tras el gol del Serbio, parecía que el Chelsea lo daba por ganado y el PSG por perdido. Eso pensarían los de Blanc que se lanzaron a por el empate a pecho descubierto. En esa locura se maneja bien un equipo con muchas estrellas pero que en ocasiones tiene ciertos puntos de desconexión. En esa locura reinó Cavani cuando, incrustado denro del área poblada de jugdores blues, remato solo dentro el área para hacer el empate. Lejos de conformarse, el PSG quiso más y apunto estuvo Ibra de anotar el tanto del empate.
El duelo del sueco con Hazard era lo más esperado de un partido de altos vuelos. Ellos son los jugadores diferentes de dos de los mejores equipos del mundo. Ibrahimovic, como suele ser habitual, intentó ponerle calma al partido y oxigenar de espaldas a puerta; Hazar quiso pornerle velocidad. A día de hoy, el considerado como uno de los mejores jugadores del mundo, se asoció con asiduidad, dibló pero no fue capaz de encontrar soluciones rentables en zona ofensiva. Quizás el planteamiento de su equipo no concordaba con un jugador que siempre destacó a la hora del ataque en estático.
A la conclusión del partido, Mourinho agregó que: "Si un equipo mereció ganar ese fue el PSG. Tenemos dos de los tres mejores porteros del mundo Courtois y Cech son fantásticos. El gol de ellos nos hizo relajarnos demasiado".El Bayern no puede con el Shakthar
El Bayern Múnich se ha quedado helado este martes en el césped del Arena Lviv, estadio que acoge al Shakhtar y que vio cómo los alemanes no pasaron del 0-0 en un duelo que se disputó a -5 grados, y además mostrándose incapaces de encarrilar su eliminatoria de estos octavos de final en la Liga de Campeones. Debido al conflicto bélico que se vive en Ucrania y que dejó asolado hace tiempo el Donbass Arena de Donetsk, el Bayern viajó a Lviv con el objetivo de ampliar su mejoría liguera plasmada tras el 8-0 endosado al Hamburgo en la última jornada de la Bundesliga.
Sin embargo, los pupilos de Pep Guardiola no encontraron la fórmula adecuada para inquietar en exceso la portería del Shakhtar Donetsk, defendida por un Pyatov que apenas vislumbró de parte germana un remate a puerta y cuatro lanzamientos bastante desviados. Mientras tanto, los ucranianos se decantaron por replegarse en defensa con precisión, tino y paciencia, renunciando casi por completo a las arremetidas ofensivas. Ese planteamiento tan conservador podía salirle caro a los locales, que se encomendaron en exclusiva al acierto de las manoplas de su arquero.
De hecho, los jugadores dirigidos por Mircea Lucescu tan solo dispararon una única vez al guardameta visitante Neuer, que se erigió en testigo de excepción del escaso espectáculo que brindaron ambos conjuntos durante un nuevo 'exilio' del Shakhtar Donetsk en la máxima competición europea.Poca efectividad en el ataque
El delantero Thomas Müller se convirtió, durante la primera parte, en el arma más notable de los muniqueses, quienes encontraron la réplica ucraniana en los inconexos arrebatos de Taison. Aunque escasa resultó la diversión para los visitantes, sobre todo tras la expulsión del centrocampista español Xabi Alonso mediada la segunda mitad. El árbitro navarro Alberto Undiano Mallenco le enseñó la segunda tarjeta amarilla al mediocentro vasco, tras indicar una evitable falta de Alonso sobre Alex Teixeira. Ese imprevisto cambió los planes de Guardiola, que decidió dar entrada al defensa Holger Badstuber en sustitución del propio Müller.
Si había algo de pólvora en las filas atacantes del Bayern, su técnico propició que se quedara gélida para lo que restaba de partido. El entrenador catalán pareció dar por bueno el empate sin goles, resultado que mantiene abierta la eliminatoria de cara a la vuelta que se disputará el próximo 11 marzo en el Allianz Arena de Múnich. Antes del duelo de este martes, los ucranianos acumulaban 35 años sin ganar como locales a un equipo de la Liga alemana, una nefasta racha que se extendió después de exhibir multitud de carencias ofensivas ante un Bayern que también deberá mejorar sus prestaciones en su estadio para la vuelta.
Guardiola aclaró a la conclusíon que: "Fue difícil porque tuvimos que luchar mucho contra su superioridad numérica. Siempre es bonito marcar fuera de casa, pero ahora debemos ganar en la vuelta. Creo que vamos a tener éxito", sentenció.
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