Deportes. Joshua turek, el estadounidense que triunfó en el fundosa once, vuelve a la copa de europa de baloncesto en silla de ruedas

El estadounidense Joshua Turek, que se convirtió en uno de los pilares del Fundosa ONCE durante seis temporadas, regresa este año a la Copa de Europa de Baloncesto en Silla de Ruedas como estrella principal del Hyeres Handiclub (Francia). La competición se disputa estos días en Las Rozas y reúne a los ocho mejores equipos del continente. Tras años sin jugarla, el ala-pívot reconoce estar “muy contento” de poder volver a competir en lo que considera “la mejor competición del mundo, con los mejores jugadores”.
Asegura, además, haber visto muy fuerte al Fundosa ONCE, en el que jugó seis años. “Sabía que venía a la Copa con un equipo muy bueno, pero, aún así, me ha sorprendido lo bien que están jugando. Es impresionante, igual que su afición, que no para de aplaudir en ningún momento”, declara.
Turek, de 35 años, tiene espina bífida y forma parte de una familia entusiasta del baloncesto. No en vano, sus hermanos John y Elisha son jugadores profesionales del deporte de la canasta y Joshua también lo es desde una silla de ruedas.
Joshua Turek emigró a Italia para vestir los colores del Tabú Cantú (Italia) en las temporadas 2002-03 y 2003-04. Después, militó en el Fundosa ONCE entre la 2004-05 y la 2009-10, periodo en el que fue una pieza clave en la consecución de dos ligas y tres Copas del Rey, así como el cuarto puesto de la Copa de Europa disputada en Estambul (Turquía) en 2006.
Posteriormente, fichó por el CID Casa Murcia Getafe (ahora llamado BSR Getafe) y se convirtió en el jugador franquicia de este equipo madrileño, al que llevó al segundo puesto en la liga y en la Copa del Rey.
El pasado verano prefirió dar el salto a otro país europeo, Francia, y se ha erigido en el jugador más destacado del Hyeres Handiclub, que ha acabado segundo en la fase regular de la liga y peleará por el título a partir del 24 de mayo, dos semanas después de que intente conseguir la Copa francesa.
Turek formó parte de la selección estadounidense que acabó séptima en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 y que conquistó la medalla de bronce en los de Londres 2012.