Edwin Rodríguez: "Pusimos de nuevo a Puerto Rico en la elite mundial"

  • El veterano manejador del equipo de Puertor Rico, Edwin Rodríguez, se mostró "orgulloso" y "feliz" por la gran victoria que la novena boricua había conseguido tras imponerse por 4-3 a Estados Unidos en la segunda ronda del III Clásico Mundial de Béisbol y lograr el pase a las semifinales.

Miami (EEUU), 15 mar.- El veterano manejador del equipo de Puertor Rico, Edwin Rodríguez, se mostró "orgulloso" y "feliz" por la gran victoria que la novena boricua había conseguido tras imponerse por 4-3 a Estados Unidos en la segunda ronda del III Clásico Mundial de Béisbol y lograr el pase a las semifinales.

"Sabíamos lo que significaba este partido para Puerto Rico", destacó Rodríguez en la sala del prensa del Marlins Park, de Miami, donde minutos antes habían hecho historia. "Una buena actuación era muy importante para todos nosotros y el béisbol puertorriqueño".

Rodríguez dijo que la victoria no sólo era haber clasificado por primera a las semifinales del torneo más importante de selecciones a nivel mundial, sino que el deporte pasatiempo de su país había recuperado la elite mundial.

"Jugamos sabiendo lo que representaría una buena actuación de Puerto Rico aquí", repitió Rodríguez. "Poner a Puerto Rico de nuevo en el mapa del béisbol".

Además lo hizo de la mejor manera que se podía lograr, dando toda una lección de los fundamentos del deporte con un pitcheo hermético, encabezado por un veterano de 38 años, una defensa brillante y un bateo oportuno y productivo.

El equipo nacional de Puerto Rico, sin las estrellas de otras épocas, pero con la clase y experiencia que pusieron dos veteranos de las ligas invernales, como fueron el abridor Nelson Figueroa y el tercera base Andy González, dieron toda una lección a Estados Unidos, al que eliminaron.

Figueroa pintó de blanco en seis entradas magistrales de trabajo sobre el montículo y González remolcó dos carreras en la sexta entrada para encabezar la victoria de un plantel boricua por el que pocos apostaban antes del torneo, y que ahora está a dos triunfos de alzar la corona.

Estados Unidos, con astros como el abridor Ryan Vogelsong, ganador el año pasado de la Serie Mundial con los Gigantes de San Francisco, Ryan Braun y Joe Mauer en su alineación, entre otros, dijo adiós de nuevo a la competición porque Puerto Rico fue mejor que ellos.

El propio manejador de Estados Unidos, Joe Torre, lo reconoció de una manera deportiva y que le engrandece su figura de gran profesional.

"Es un reto superar estos grupos. Básicamente son series de un partido", destacó Torre. "La diferencia fue Figueroa, que hizo una labor excepcional desde el montículo y no nos permitió entrar en el partido cuando lo necesitábamos".

Puerto Rico enfrenta el sábado a República Dominicana para definir los puestos en las semifinales del 17 y 18 de marzo en San Francisco. El ganador jugará contra Holanda, el lunes, mientras que el perdedor lo hará el domingo ante Japón, los actuales bicampeones.

Después de haber perdido por 7-1 ante Estados Unidos en el primer partido de la segunda ronda, Puerto Rico confió siempre en su clase y posibilidades y logró la gran victoria por 4-3 ante Italia al remontar una desventaja de tres carreras en el duelo de eliminación.

Estados Unidos amenazó con dos carreras en el octavo episodio, cuando tuvo las bases llenas con un "out", pero J.C. Romero se encargó de apagar el fuego y finalmente logró el rescate con dos abanicados en la novena.

"Este es un ejemplo que en la pelota no puedes jugar con los pronósticos ni lo que digan los números sino lo que consigues en el campo", subrayó Figueroa. ""Fue una gran exhibición de lo que se puede hacer sin tener una gran recta", explicó. "El buen pitcheo le gana al buen bateo".

El veterano de 38 años, una leyenda del béisbol caribeño por sus actuaciones en República Dominicana y Venezuela, lanzó una joya contra una de las alineaciones más temibles del torneo.

El derecho limitó a los estadounidenses a dos imparables, abanicó a dos y otorgó una base por bolas, con un lanzamiento de recta, bien colocado, que no superó los 140 kilómetros por hora, además de trabajar lanzamiento rompedores, que intercaló con gran maestría.

"Fue una gran exhibición de lo que se puede hacer sin tener una gran recta", explicó Figueroa, que recordó el axioma que existe por excelencia en el deporte del béisbol. "El buen pitcheo le gana al buen bateo".

Puerto Rico, que no pasó de la segunda ronda en los dos Clásicos previos del 2006 y 2009, aseguró la victoria al producir un racimo de tres con dos "outs" en la sexta entrada, dos a la cuenta de Vogelsong (1-1), que cargo con la derrota.

Con uno fuera, el veterano jardinero Carlos Beltrán recibió boleto y el receptor Yadier Molina fue retirado con elevado al central.

El relevista derecho Vinnie Pestano le quitó la pelota a Vogelsong, pero Mike Avilés bateó sencillo, y Alex Ríos y Carlos Rivera recibieron boletos consecutivos que pusieron a Beltrán en la goma.

González impulsó a Avilés y Ríos con un doble impulsador por el jardín izquierdo que dio a Puerto Rico la ventaja de 4-0, que seria decisiva.

"Ese fue el hit más importante de mi carrera", admitió González, un antesalista de 31 años que estuvo en las mayores entre 2007-09, y ha sido uno de los mejores bateadores de la liga invernal puertorriqueña en las últimas temporadas. "Este es el sueño de todo pelotero".

Avilés abrió la pizarra por los puertorriqueños con un sencillo en la primera, que llevó al plato a Ángel Pagán, el compañero de Vogelsong con los Gigantes.

Estados Unidos descontó en la séptima con triple de Joe Mauer y sencillo del jardinero Giancarlo Stanton, y se acercó con dos en la octava, en la que Puerto Rico se salvó de un daño mayor.

Stanton, el pelotero de los Marlins de Miami, bateó un elevado de "out" y el primera base Eric Hosmer conectó rola por tierra que no pudo producir carrera.

"Estuvimos a un swing de ganar el partido, no lo conseguimos y el béisbol no te perdona cuando pierdes la oportunidad de pegarle a la pelota para anotar", reconoció Braun. "Hay que darle el mérito a Puerto Rico que jugaron una gran pelota".

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