El automovilismo vivió su fiesta en el circuito callejero de Buenos Aires

Buenos Aires, 1 abr.- Con casi un millón de espectadores en el fin de semana, se realizó hoy la carrera de la categoría Súper TC 2000 en las calles del centro de la Ciudad de Buenos Aires, en un espectáculo que hacía 60 años que no se realizaba.

Con los edificios emblemáticos como el Obelisco, el Teatro Colón, el Cabildo, la Casa Rosada y la Catedral como escenarios del circuito callejero, los autos giraron durante toda la mañana en un evento que demandó alrededor de 3 millones de dólares de inversión para su organización.

La experiencia, que se repetirá en los próximos cuatro años, contó con tres categorías girando en las emblemáticas arterias vehiculares de Buenos Aires como las Avenidas de Mayo, Roque Sáenz Peña y 9 de Julio.

Los vehículos de Súper TC 2000, los más evolucionados a nivel tecnólogico del automovilismo argentino coronaron en esta segunda fecha del torneo, que tuvo como vencedor a Mariano Werner (Toyota), seguido del brasileño Carlos 'Caca' Bueno y Jorge Trebbiani, ambos con Ford.

"Esta carrera fue una fiesta increíble. En los dos días que duró ha movilizado a familias enteras, a gente que vino desde lejos", expresó Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Desde temprano, miles de personas accedieron a los 3.080 metros del circuito organizado en el centro de Buenos Aires y esperaron al inicio de las actividades, que incluyeron a dos categorías que giraron antes de la principal: la Fiat Competizione y el TC 2000.

Uno de los momentos más tensos de la mañana fue el despiste de Agustín Calamari, cuando su Renault chocó contra uno de los muros de contención y obligó a demorar quince minutos el reinicio de la competencia hasta que concluyeron la limpieza total del circuito.

El ganador fue Mariano Werner que expresó: "Me llevo la mejor sensación de mi vida, estoy más que feliz. Nunca viví algo como lo de hoy en la vuelta de honor", dijo el oriundo de la provincia de Entre Ríos, que se bajó de su vehículo para saludar a los miles de fanáticos en las calles porteñas.