El día que Iniesta puso a España de líder mundial

  • El fútbol conmocionó el Tour de Francia hace un año con el triunfo de España en el Mundial de Sudáfrica, una sacudida que levantó de sus asientos, o de la cama, a los corredores del pelotón, que descansaban después de una dura etapa con final en Avoriaz, en la que el luxemburgués Andy Schleck ganó por delante de Samuel Sánchez.

Saint Flour (Francia), 10 jul.- El fútbol conmocionó el Tour de Francia hace un año con el triunfo de España en el Mundial de Sudáfrica, una sacudida que levantó de sus asientos, o de la cama, a los corredores del pelotón, que descansaban después de una dura etapa con final en Avoriaz, en la que el luxemburgués Andy Schleck ganó por delante de Samuel Sánchez.

Minuto 116 de partido, en la segunda parte de la prórroga. Cesc pone un balón dentro del área, parte derecha, por donde aparece Iniesta, quien se inventa un tiro cruzado que coloca a España a las puertas del cielo. El estadio Socer City de Johannesburgo mandó ondas de emoción a los Alpes, donde los españoles vivían abrigados entre montañas un momento histórico que no fue ajeno a los protagonistas del Tour.

Alberto Contador, triple vencedor del Tour, se pegó a la pantalla de televisión a las 20.30 horas, nada más cenar. El entonces jefe de filas del Astana compartió los primeros 45 minutos con su hermano Fran y algunos amigos y colaboradores.

"Vi la primera parte del partido en el bar del hotel y la verdad es que lo vivimos con mucha intensidad. En el descanso me fui a la habitación a descansar y seguí la segunda parte tranquilamente", comentó el ciclista madrileño.

Contador, coincidiendo con la jornada de descanso, compareció al día siguiente en la rueda de prensa con la camiseta roja de la selección y aún se animó a dar toques al balón en el jardín del hotel. "Un gran logro para el fútbol y el deporte español", dijo en aquellos momentos.

Samuel Sánchez, campeón olímpico de fondo en carretera en Pekín, se estaba recuperando de la paliza que se dio en la octava etapa disputada entre la Estación des Rousses y Avoriaz. El pequeño de los Schleck le dejó a un palmo del triunfo y el australiano Cadel Evans lucía el maillot amarillo.

"Me dolían las piernas", recuerda "Samu". "Seguí el partido tumbado en la cama, recuperándome del enorme esfuerzo de la etapa. Todo fue muy emocionante, y con el gol me levanté de la cama de un salto", recordó.

El campeón olímpico, muy aficionado al deporte en general, se alegró especialmente por su amigo y paisano David Villa. "Aquello fue un momento histórico", dijo.

Luis León Sánchez, actualmente en las filas del Rabobank, equipo holandés, como el rival de España en la final mundialista, vestía hace un año el maillot del Caisse D'Epargne. El campeón de España contrarreloj empezó en el deporte jugando al fútbol, en el Muleño, equipo de su pueblo murciano. Su hermano Pedro León milita en el Real Madrid.

"Estaba en el Tour y lo vimos varios compañeros juntos en el hotel, incluso algunos que no eran muy aficionados al fútbol. Para todos nosotros fue una gran alegría, igual que para todo el país, que ya necesitaba un triunfo como ese. No lo celebramos con champán porque estábamos metidos en carrera", rememoró Luisle, vencedor en Saint Flour de la novena etapa del Tour.

Otro futbolista del pelotón, Oscar Pereiro, ganador del Tour 2006 y centrocampista del Coruxo, de Segunda B, vivió "intensamente" la final en su casa.

"Ese día vi la etapa del Tour y luego me reuní en casa con algunos amigos para ver la final. Fue un triunfo increíble, histórico, de los mayores logros del deporte español", señaló el ex ciclista gallego, retirado del ciclismo y fichado por una emisora de radio para comentar el Tour.

La final del Mundial fue aún más excitante para Eusebio Unzue, director del Movistar, rodeado de "rivales" del pelotón. Lleno hasta la bandera en el bar del hotel en la localidad alpina.

"Aquella noche me encontraba en un hotel de Morzine Avoriaz entre holandeses e italianos, y aquello fue inolvidable porque el gran triunfo y el momento histórico que firmó la selección", señaló Unzue.

Allí estaban, recuerda Unzue, "los holandeses del Rabobank". "No sabían si felicitarnos o agarrarnos del cuello, pero se rindieron ante la evidencia. Al día siguiente recibimos felicitaciones de todo el mundillo del ciclismo".

Un año después, Cadel Evans está a un segundo del liderato, Contador está lejos en la general entre caída y caída y la atención se centra en la carrera, que disfrutará este lunes su primera jornada de descanso. El debate se centrará en la esperada batalla de los Pirineos. Nadie sabe cuándo se repetirá una noche como la de aquel año.

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