La Laguna (Tenerife), 22 feb.- Atrás queda el partido de cuartos de final de la Copa del Rey en el que el Barcelona sacó de la cancha al Iberostar Tenerife, pero no se olvida, por lo que el orgullo del conjunto tinerfeño está herido y confía que mañana en el Santiago Martín, el equipo catalán se encuentre a otro equipo capaz de hacerle frente e intentar sacar los dos puntos en juego.
Ese choque de la Copa disputado en Málaga se ha recordado a lo largo de la semana y está claro que el conjunto de Xavi Pascual no tendrá las mismas facilidades para sacar el duelo adelante, no en vano, junto a los componentes de la plantilla, el Iberostar Tenerife tendrá cerca de cinco mil personas animando y buscando esa sintonía jugadores-espectadores para presionar a su rival.
El técnico, Alejandro Martínez, tendrá la duda del griego Lazaros Papadopoulos, pero los otros jugadores que no han entrenado con normalidad a lo largo de la semana ya están preparado para poder actuar a su mejor nivel.
Y lo tendrán que hacer si quieren tener opciones de triunfo ante un Barcelona que llega a la Isla en un buen momento de forma y con una plantilla que asusta, tanto por su juego interior con Tomic, Todorovic, Nachbar, Dorsey o Lorbek, como por su perímetro, en el que ya no solo está Juan Carlos Navarro, sino Huertas, Abrines, Oleson y Sada, entre otros.
Pese a todo, el Iberostar Tenerife si está acertado en el tiro exterior puede ganar a cualquiera, y será importante que Martínez disponga de Papadopoulos para tener una referencia importante en el interior y, sobre todo, para intentar equilibrar su juego exterior.
Además, más que nunca el grupo necesita los puntos de Levi Rost que hasta el momento, salvo en contadas actuaciones, no han aparecido como en campañas anteriores, y también necesita la mejor versión de Nico Richotti, Ricardo Uriz y Saúl Blanco, además de la fortaleza interior de Luke Sikma, Juan Pedro Gutiérrez y Diego Fajardo.
El Iberostar Tenerife, tenga a quien tenga enfrente mañana, sabe qyue es importante ganar para, no solo cortar esa racha de cinco derrotas consecutivas, sino para sumar la décima victoria y estar cada vez más cerca de la permanencia y empezar, cuanto antes, a pensar en otros objetivos más ambiciosos.
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