El Maccabi confía en su "espíritu de supervivencia" para dar la sorpresa

  • Consciente de que esta ha sido una temporada irregular, el Maccabi de Tel Aviv se agarra a la épica y al espíritu de supervivencia que le ha acompañado todo el año para aspirar a lo que la afición considera un milagro: ganar su sexto entorchado europeo en la Final a Cuatro de Milán.

Javier Martín

Tel Aviv, 14 may.- Consciente de que esta ha sido una temporada irregular, el Maccabi de Tel Aviv se agarra a la épica y al espíritu de supervivencia que le ha acompañado todo el año para aspirar a lo que la afición considera un milagro: ganar su sexto entorchado europeo en la Final a Cuatro de Milán.

Elementos todos ellos que el club ha mezclado en una chistera y agitado para producir un vídeo que no solo pretende motivar a una plantilla con claro oscuros, si no convencerla y convencer a sus miles de seguidores de que, pese a la floja temporada, el sueño "de la media docena" no es una quimera.

Titulado "Camino a Milán" y colgado en la página web oficial, gira entorno a la heroica que han sabido sacar los macabeos en los numerosos momentos críticos, y olvida lo que le ha convertido en la cenicienta de la final: discontinuidad y escasa profundidad en el banquillo.

Su lema "La batalla por el sexto título. Nunca dejar de creer" y su fuente de inspiración, la canción "Fighters" de Carly Rose Sonenclar, famosa estrella juvenil de la versión estadounidense del concurso X-Factor.

"No necesitamos un milagro.... lo conseguimos por nosotros mismos creyendo cuando nadie lo hacía... somos luchadores, somos supervivientes, soldados, campeones nacidos para liderar el mundo", afirma la canción.

Y es precisamente eso, un milagro como los que mantiene aún al Maccabi en la lucha por la Liga nacional -esta semana alcanzó las semifinales tras mucho sufrimiento- lo que en Israel consideran que a falta de buen juego se necesita, junto a una pizca de suerte.

Los macabeos, que vuelven a la "Final Four" tras tres temporadas ausentes, comenzaron el año con muchos problemas de lesiones y una plantilla cimentada en la efectividad de su estrella nacional, Guy Pnina, y las prestaciones del alero norteamericano Devin Smith, ex Cavaliers y Guipúzkoa Basket.

Smith ha promediado en la Euroliga 5,4 rebotes por partido, 1,1 asistencias y 9,8 puntos, con un 41% de acierto en la línea de tres, números lejos de sus mejor promedio.

Aún así, ha sido decisivo en algunos partidos nacionales y en varios europeos, en los que sostuvo a sus compañeros en momentos críticos.

Peor le ha ido a Pnina, con apenas 6,1 puntos partido y porcentajes del 44% en tiros de tres y del 50% en tiros de dos, en la que quizá sea la peor Euroliga de las cinco temporadas que lleva en Tel Aviv.

A ellos se ha unido el poder del gigante griego Sofokils Schortsanitis en la pintura, donde ha gando poder de intimidación en defensa y puntos en ataques, con un promedio de 9.8 puntos y un 63% en tiro.

Y la aportación de hombres como John Engles, fundamental en el último partido jugado por el Maccabi en el campeonato doméstico con tres triples seguidos que iniciaron la remontada.

Además de Alex Tyus, el pívot norteamericano nacionalizado israelí, que ha ido creciendo sin pausa desde que en 2013 se erigiera en el héroe en la fase de clasificación para la Eurocopa, con un promedio de 12 puntos.

Tyus ha ganado confianza en el tiro -durante el ultimo encuentro de Liga sumó 18 puntos con un 100% de efectividad-, aunque sigue aún con muchos problemas de concentración en defensa y dudas en los tiros decisivos.

Suyo fue el fallo bajo tablero y sobre la bocina que concedió la victoria al Real Madrid en el Nokia Arena, y que obligó a los israelíes a tener que jugarse la clasificación con el Milán.

Tyus promedia 4,8 rebotes y 7,4 puntos por partido en la Euroliga con un 73% de efectividad en el tiro de dos.

Son precisamente esos vaivenes de concentración en defensa los que más preocupan al entrenador David Blatt, experto en motivar y en partidos a vida o muerte.

Blatt admite que su equipo parte con cierta desventaja frente a Real Madrid, Barcelona y CSK de Moscú, pero se agarra a la primera parte de la temporada en la Euroliga y al factor sorpresa para albergar una esperanza en la 12 participación del Maccabi Tel Aviv en la "Final Four" en el presente formato.

Los macabeos mantuvieron el liderato del grupo F de la Euroliga, con una racha de 17 victorias en todas las competiciones, hasta finales de enero, fecha en la que visitaron Madrid y fueron barridos por los de Pablo Laso.

A partir de entonces, iniciaron una línea descendente que les llevó a sufrir la "derrota más deshonrosa" con sus rivales del Hapoel Jerusalén en Liga y situarse en tercer lugar de Europa, por detrás de madrileños y moscovitas.

Aún así, llegaron a las últimas jornadas con opciones de lograr uno de los dos primeros puestos del grupo, hasta que los de Laso volvieron a quitarles el sueño.

El posterior cruce le deparó a los anfitriones de la Final Four, y una oportunidad de redención ante una hinchada que cree en su "luchadores" pero solo confía "en milagros".

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