La suerte de Manolo Preciado estaba echada y sólo la negativa de Marcelino García a hacerse cargo del equipo evitó que el técnico cántabro fuese destituido tras la derrota y la pésima imagen ofrecida por el equipo ante el Málaga lo que, unido a la victoria del Zaragoza ante la Real Sociedad, dejó al Sporting como último clasificado.
Los continuos cambios de opinión son una constante en el actual consejo de administración como ya quedó en evidencia hace un par de semanas cuando Vega Arango defendió de manera vehemente en la Junta General de Accionistas el traspaso del lateral José Ángel al Málaga y apenas dos horas después decidió no llevar a cabo la operación.
Si el ex-entrenador de Sporting, Racing y Zaragoza, Marcelino García, hubiese aceptado la oferta del Consejo de Administración, Preciado ya no sería a estas horas entrenador del equipo gijonés mientras que la opción de José Luis Mendilibar sigue siendo la que más posibilidades tiene en el caso de que los rojiblancos encajen una nueva derrota en El Sardinero.
Vega Arango, un par de horas más tarde del término de la entrevista con Preciado, abandonó la Escuela de Fútbol de Mareo sin hacer declaraciones más allá de que la reunión era "una más" de las que ambos mantienen regularmente.
El presidente del Sporting defendió en varias ocasiones y de manera pública el trabajo del cuerpo técnico, hasta el punto de afirmar que antes de cesar a Preciado se iba él mismo. La opinión de mantenerle en su puesto, al menos una jornada más, pesó en la decisión tomada esta mañana.
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