El soberano piscinazo de Rooney desata las iras del fútbol inglés

En el fútbol inglés los piscineros nunca han estado bien vistos. En absoluto. Aunque el que simule un penalti sea el delantero centro y capitán de Inglaterra y uno de los jugadores británicos más emblemáticos de todo el planeta fútbol. Este lunes Wayne Rooney simulaba una escandalosa pena máxima contra el humilde Preston North End de la FA Cup -la copa inglesa- de la tercera división que dio el gol de la tranquilidad al Manchester United que no está atravesando sus mejores días.

Tramposo es lo más bonito que le han dicho a Rooney después de tan flagrante piscinazo. "Es una gran decepción porque es el capitán del United y de la selección inglesa y cuando llevas el brazalete debes respetar al juego y a la afición", ha dicho Stan Collymore, en su día el futbolista más caro de la Premier League y actualmente uno de los comentaristas deportivos más respetados del país. "Rooney ha engañado a la gente, ha hecho trampa y merece ser castigado", añadió el exjugador del Real Oviedo. Mientras tanto las redes sociales se incendiaban pidiendo una dura sanción para el exjugador del Everton.

Otra antigua estrella del fútbol inglés como Mathew Le Tissier también ha arremetido contra el futbolista del Manchester: podía seguir de pie pero prefirió tirarse a la piscina y engañar al árbitro. Otros ex de la Premier como el español Gaizka Mendieta, otrora jugador del Middlesbrough que hoy entrena Aitor Karanka, recordó un tuit añejo de Rooney acusando a Drogba de "tirarse todo el rato" durante una eliminatoria de Champions entre el Chelsea y el FC Barcelona.

Sólo el seleccionador Roy Hodgson ha salido en su defensa, asegurando para la estupefacción de los aficionados que el portero del Preston le tocó, así como su excompañero Phil Neville que afirmó que "si no hubiera saltado antes de caer podría haberse roto la pierna con la entrada del guardameta".

El soberano piscinazo de Rooney ha acabado por eclipsar una curiosa efeméride: hoy se cumplen cuatro años del golazo que marcó al Manchester City en 2011, considerado el mejor tanto de los Diablos Rojos aquella temporada. Veánlo y comprueben que Wayne Rooney es capaz de lo mejor... y de lo peor.