El Valencia deambula por tierra de nadie

Alfonso Gil

Valencia, 24 dic.- El Valencia llega al parón navideño de la Liga tras haber deambulado durante diecisiete jornadas por tierra de nadie, situado en la zona media de la tabla, sin una alineación y un patrón de juego definidos y con la única esperanza de la mejoría mostrada en el partido perdido el domingo ante el Real Madrid.

Esta mejoría se notó en el primer encuentro liguero tras la destitución de Miroslav Djukic, con el equipo dirigido provisionalmente por el entrenador del filial, Nico Estévez, a la espera de la contratación del nuevo técnico.

La "era Djukic" ha estado marcada por la falta de continuidad en un equipo que ha dado una de cal y muchas de arena, y cuyos números lo han convertido en un conjunto plano e incapaz de ilusionar a su afición.

Esta dinámica ha propiciado un desinterés por el equipo en un club cuyo futuro, con la posibilidad cada vez más próxima de que sea vendido, han acaparado toda la atención. Los problemas son muchos y el equipo no pone su grano de arena para resolverlos.

La pasividad de Djukic en el banquillo durante los partidos en los que ha dirigido al Valencia reflejan la falta de alma de un grupo que sólo ha hecho vibrar a Mestalla este domingo cuando ya sin el técnico serbio, el equipo cayó por 2-3 ante el Real Madrid, aunque tuvo opciones de no caer derrotado.

Los números reflejan la discreción de un equipo, que sólo ha ganado seis de los diecisiete partidos disputados, con dos empates y nueve derrotas y que ha marcado veintitrés goles y recibido veintinueve.

Cuatro de los equipos que han pasado por Mestalla (Barcelona, Real Sociedad, Almería y Real Madrid) han ganado ante un Valencia con sólo dos victorias a domicilio, las obtenidas en Granada y Getafe.

De sus últimos cinco partidos, el Valencia solo ha ganado uno, ante Osasuna (3-0), que jugó en inferioridad numérica desde mitad de la primera parte.

Tras los partidos, el discurso de Djukic sólo varió en función del resultados al mostrar sus satisfacción por las victorias y la necesidad de mejorar después de las derrotas.

El Valencia inició la Liga sin dos de los futbolistas con más personalidad de la pasada campaña, Roberto Soldado, que fue traspasado al Tottenham Hotspur, y David Albelda, cuya no continuidad tras quince años en el club fue confirmada por Djukic.

Sin un líder en la plantilla, el Valencia comenzó la temporada sin una idea futbolística clara, pero también sin un equipo definido, en el que ni Diego Alves, ni Vicente Guaita se han sentido titulares, ya que su titularidad ha coincidido a veces con decisiones técnicas, pero casi siempre con lesiones.

Algo similar ha ocurrido en el lateral derecho con Joao Pereira y Antonio Barragán y en el izquierdo con Andrés Guardado y Juan Bernat, mientras que tras la salida de Adil Rami en septiembre, el Valencia ha contado con tres centrales, Ricardo Costa, Víctor Ruiz y Jeremy Mathieu, los dos últimos zurdos y Mathieu reconvertido desde el lateral.

Mientras en el centro del campo Javi Fuego y Éver Banega fueron la primera opción de Djukic, en el momento de su despedida eran Dani Parejo y Oriol Romeu los titulares.

De ahí hacia arriba, todos los demás jugadores han alternado posiciones por diferentes motivos, en distintos momentos y sin continuidad.

Futbolistas como Pablo Piatti, Sophiane Feghouli, Dorlan Pabón, Sergio Canales, Fede Cartabia o Míchel Herrero en la media punta y Jonas Gonçalves, Hélder Postiga y Paco Alcácer en ataque han vivido múltiples combinaciones de entradas y salidas en el equipo.

La nota positiva del equipo ha estado en la Liga Europa, donde ha conseguido con holgura la clasificación y espera medirse en la siguiente ronda con el Dinamo de Kiev.