Emboscada española en un "Goya"

  • El Abierto de España de golf, un superviviente a la crisis que mañana abre el telón y el único en pie de los siete que se llegaron a jugar en 2011, resume su nueva apuesta en haber sembrado para que brote un triunfo español y sobre un campo, El Parador de El Saler (Valencia), catalogado como una obra de arte.

Antonio Tomás

Madrid, 17 abr.- El Abierto de España de golf, un superviviente a la crisis que mañana abre el telón y el único en pie de los siete que se llegaron a jugar en 2011, resume su nueva apuesta en haber sembrado para que brote un triunfo español y sobre un campo, El Parador de El Saler (Valencia), catalogado como una obra de arte.

Sobre la primera cuestión, la organización presenta en su cartel anunciador que "la Armada española está al completo". Tan cierto como que acude a Valencia la elite, entendida como los golfistas en el grupo de los 100 mejores del mundo (García, Fernández-Castaño, Cabrera-Bello y Jiménez), la nobleza (Álvaro Quirós, Olazábal y Larrazábal) y toda la clase media.

En cuanto al campo, el propio Fernández-Castaño, en pleno 'jet-lag' y tras su estresante pulso del sábado en Augusta con Tiger Woods, fue portavoz de una idea general: "El Saler es una verdadera obra de arte, una joya que deberíamos conservar como si de un Goya o de un Picasso se tratara".

Pero ni la reunión de estrellas del golf español hará tan sencillo el objetivo inicial, el triunfo de uno de ellos, ni El Saler, pese a su belleza, será un jardín tan exigente.

Sergio García, el mejor del ránking mundial (decimotercero) de cuantos compiten en el Abierto, regresa once años después a este torneo con las pilas medio llenas. Su ciclo competitivo en los Estados Unidos ha sido estresante, con el colofón del Masters (octavo puesto), y a su aterrizaje forzoso en España quizá le haya faltado una semana de descanso.

Tampoco están para correr una maratón Fernández-Castaño, José María Olazábal -ambos en Augusta- ni Miguel Ángel Jiménez, este último en su primer torneo en cuatro meses tras fracturarse una pierna esquiando.

La elite está, pues "tocada", y parte de la nobleza y la clase media tendrá que hacer frente a los curtidos profesionales europeos que muerden por un título como el español.

En cuanto al recorrido, al margen de su innegable belleza, hay dos apuntes que conviene conocer: los 'greenes' están invadidos con tres tipos de hierba -una de ellas la temida 'poa'- y el 'rough' duro y alto existe solo en pequeñas motas, salteadas y que no castigarán los 'drives' estratosféricos.

Con esos mimbres, El Saler y sus 'greenes' traerán de cabeza a los españoles que vienen de 'patear' en los Estados Unidos y, por otro lado, presenta pocas defensas para un metraje que se ha quedado corto para 2013.

De tal manera que o sopla el viento, habitual por los bellos parajes de novela de El Saler, o el torneo se puede poblar de 'birdies' y los golfistas ganar por goleada, y eso abriría el abanico de candidatos.

Lo seguro al cien por cien es que el sol y la primavera no faltarán a la cita, lo que convierte en espectáculos dignos de seguir a partidos como los que reúne a Sergio García, Álvaro Quirós y el italiano Francesco Molinari, el defensor del título, o a Jiménez, Castaño y Matteo Manassero.

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