Entrevista a Scariolo: "¿Ganar a EEUU en Río? En el deporte lo imposible no existe"

    • El seleccionador nacional atiende a lainformacion.com dos semanas después de ganar el oro en el Eurobasket.
    • En su cabeza guarda bonitos recuerdos del torneo, pero ya piensa en Río 2016, donde espera contar con los mejores.
Sergio Scariolo, seleccionador nacional de España
Sergio Scariolo, seleccionador nacional de España

Sergio Scariolo (abril de 1961, Brescia) se ha ganado el derecho a estar considerado como el mejor seleccionador de la historia del baloncesto español. Es un hombre culto, siempre engominado y bien vestido, pero humilde y trabajador según los que mejor le conocen. Después de la debacle de España en el Mundial de 2014, aceptó el reto de la FEB y acudió a la llamada de auxilio de José Luis Sáez en modo salvavidas. Fue presentado en mayo con el objetivo de clasificar a España para los JJOO de 2016 y cuatro meses después lo ha conseguido y además condujo a España al tercer oro en un Eurobasket, todos bajo su dirección. Han pasado poco más de dos semanas desde que saboreara las mieles del éxito en un equipo comandado por el 'extraterreste' Pau Gasol y atiende a lainformacion.com desde su casa de Marbella.

¿Qué recuerdos quedan del Eurobasket? ¿Qué ronda aún por su cabeza?

Han sido días muy intensos aunque la competición haya acabado. La gente nos ha hecho vivir la sensación de lo mucho que ha importado el campeonato en España, incluso personas que no siguen mucho el baloncesto han visto el Eurobasket. Hemos sido protagonistas, pero hemos estado dentro de una burbuja durante la concentración y cuando sales ves que los datos de las audiencias han sido impresionantes. Sabemos que el interés ha trascendido lo habitual. Es una sensación bonita, agobiante por momentos y satisfactoria por la suerte de hacer lo que te gusta y saber que con tu trabajo puedes hacer feliz a mucha gente.

Está casado con una mujer española, tiene hijos españoles y vive en Marbella ¿Cómo es su vida en España?

Marbella tiene dos componentes: el extranjero y el nacional. Los guiris casi te ignoran durante el año y ahora se han ido interesando por el baloncesto. Los españoles son muy pasionales, cercanos, siguen los partidos y los torneos. Esta parte de la población de Marbella es la que no me permite olvidar que hace 15 días ganamos el Eurobasket. Me lo agradecen, me felicitan por la calle. Es muy especial también para mí.

¿Cuando le llaman desde la FEB para volver, creía que podía alcanzar de nuevo el éxito?

La realidad es que desde la federación me hacen la propuesta unos meses antes. La aparcamos, la retomamos y al final me decido. Obviamente no soy sordo. Mucha gente me dijo que había riesgo tras los malos resultados del año anterior en el Mundial o las bajas que iba a tener la selección para el Eurobasket. Me dicen que me arriesgo a empañar la primera etapa brillante, esos dos oros europeos en los campeonatos de 2009 y 2011 y la plata olímpica en Londres 2012. Pero yo lo vi como una oportunidad y no hice caso a todo ese ruido. Estuve a gusto cuatro temporadas como seleccionador nacional, tanto con los jugadores, como con la gente que trabaja fuera de la pista y estaba encantado de volver a dirigir al equipo. No le di excesivas vueltas a la decisión.

¿Cuál fue el momento más duro del campeonato?

Este año no hubo momentos extremadamente complicados porque el clima fue tan bueno desde el inicio que el vestuario siempre estuvo unido. No hubo sensación de desunión. Los partidos venían y solo pensábamos en ellos gracias a la capacidad de poner al equipo por delante de las individualidades. Siempre tuvimos fe pese a las derrotas ante Serbia o Italia de que con trabajo podíamos hacer algo bonito.

Habla de menos individualidades y más equipo, ¿cómo cambia la labor del entrenador?

Esto me permitió concentrarme más en la táctica y la estrategia y menos en solucionar momentos de bajón por los que puede pasar un gran jugador después de una derrota o un mal partido. No es que quisiera cambiar el planteamiento, es que era una necesidad hacerlo. No dudo de que es mejor tener todo el talento posible sobre la pista, pero siempre que ese talento se ponga a favor del éxito del equipo y no del individual. Desde el momento en el que conocemos la situación y los jugadores con los que contamos, construimos una estructura de equipo con sus roles marcados. El trabajo ha sido bueno desde el principio y gracias a ello obtuvimos los resultados.

Fue bonito eliminar a Francia en su casa, siempre hay pique con los vecinos. ¿Se habló en el vestuario de revancha por la eliminación en el Mundial de 2014?

Estaba presente desde el inicio, pero no lo hablamos. Muy poco. Digamos que estaba como un convidado de piedra en la mente de los jugadores por lo que había pasado un año antes. Los que estaban en el Mundial 2014 lo habrán vivido de forma especial, pero yo no. La derrota fue tan clara entonces que no creo que existiera tal sentimiento. Creo que hubo momentos de más tensión tras otros enfrentamientos anteriores, incluso creo que este año ha habido bastante más.

¿Cuáles son los planes de futuro después de los JJOO? Se avecina un cambio generacional.

Se ha podido ver que el cambio ya ha empezado. Si analizamos, nos damos cuenta de que solo había dos jugadores de la generación de los 80 (Pau Gasol y Felipe Reyes) con lo que empezó el éxito. Para los JJOO espero recuperar a los que no han podido estar, pero no de forma automática. Hay que darle vueltas y darle importancia a los hombres que han luchado por ganar el oro. Gracias a ellos España estará en Río y se han ganado el derecho al menos a optar a estar allí.

¿Mirotic se lo ha ganado por delante de Ibaka?

Cada año es diferente, tomaremos decisiones a lo largo del año, no solo evaluaremos factores deportivos. Tenemos la esperanza de que algún día puedan estar los dos. Antes del Eurobasket decidimos que Mirotic tenía que estar con nosotros porque se lo había ganado y porque había llegado el momento.

¿Podrá ganar España a EEUU en Río 2016?

En el deporte siempre digo que lo imposible no existe. Si hay una cosa difícil es esa. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que a pasó por encima a Serbia en la final del Mundial de 2014 y hay que tener mucho sentido de la realidad. Esto te hace reflexionar. Nosotros fuimos los que más nos acercamos a ellos en la final de Londres 2012, cuando perdimos por 7 puntos (107-100). A Río iremos con la máxima ambición y competitividad, eso que no lo dude nadie. Tenemos que tener claro cuánto cuesta ganar una medalla y lo complicado que es subir a un podio olímpico. Si lo conseguimos ya sería absolutamente trascendente e importante.

¿Qué nos dice de Pau ahora que han pasado unos días?

Casi todo se ha dicho ya de Pau. Lo que uno nunca olvida y nunca desaparece del corazón es la sensación de agradecimiento. No solo por que influyó de forma directa en el oro, sino también por el apoyo que me ha brindado desde que nos conocemos. No solo deportivamente, también personalmente. Es un gran jugador y una magnífica persona fuera de la cancha.

Pau está orgulloso de sentirse español y catalán, ¿habéis hablado de esa tema alguna vez?

Hubo ese runrún después de la final, pero realmente fue un tema que estuvo fuera del vestuario. Dentro estábamos centrados en los partidos, metidos en la competición y alejados lo máximo posible de todo lo que venía de fuera.

Ya ha dado su opinión respecto a las acusaciones de dopaje de 'Le Monde' a Pau, ¿ya está olvidado no?

Olvidarte no puedes porque hay cosas que... 'puuff', pero creo que no hay que darle más vueltas de las necesarias. Ha tenido repercusión por el medio que lo publicó, pero ha caído por su propio peso. Nadie que tenga dos dedos de frente puede pensarlo.

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