Escocia confía en Hogg y una nueva generación para llegar a cuartos

El presidente de la federación escocesa, Mark Dodson, grita a los cuatro vientos que el objetivo del equipo es ser campeón del mundo, aunque nadie le cree.

"Por supuesto que es el objetivo. Sabemos que muchos van a decir que es una locura, pero llamamos a los escoceses a cambiar de mentalidad", apunta Dodson.

La llegada del neozelandés Vern Cotter en mayo de 2014 iba en esta dirección, pero el rugby escocés solo cuenta con 49.000 jugadores con licencia, con lo que la probabilidad de tener jugadores de talla mundial es escasa.

Para lograr al menos pasar a cuartos de final, Cotter ha confeccionado un equipo en el que sobresale el excepcional full-back Stuart Hogg, aunque sus impresionantes estadísticas no evitaron que el XV del Cardo se llevase la Cuchara de Madera (al peor equipo) en el pasado Torneo de las Seis Naciones.

Hogg fue el jugador que recorrió más metros con el balón en las manos (442 m) y el delantero que eliminó a más adversarios (20) durante el torneo, aunque sus compañeros no le acompañaron.

Cotter cuenta con otros pilares como el segunda línea Richie Gray (Castres), el wing Sean Lamont (Glasgow) y el pilar Ryan Grant (Glasgow), todos jugadores de los Leones británicos e irlandeses.

Y el wing Sean Maitland se ha recuperado a tiempo de una operación de hombro pero no juega desde el Seis Naciones.

El XV del Cardo se basa en la plantilla de los Glasgow Warriors, campeones de la Liga Celta, pero Cotter ha apostado también por sangre nueva seleccionando a Josh Hardie (neozelandés de origen y una vez internacional) y a dos jugadores nacidos en Sudáfrica: Josh Strauss (sin estrenarse con el equipo) y William Nel (un partido internacional).

Las dos victorias logradas ante Italia en la presentación aumentan las esperanzas de los escoceses de superar la primera fase en un grupo, el B, en el que salvo Sudáfrica, el resto de rivales (Japón, Samoa y Estados Unidos) están al alcance de los europeos.

mam/jmt/psr