España viaja a Suiza dispuesta a dejar encarrilada la clasificación

  • La selección española de balonmano viaja a Suiza dispuesta a sumar un triunfo que le permita dejar encarrilada la clasificación para el Europeo de Dinamarca 2014, en un duelo en el que podrá contar con el pivote Gedeón Guardiola, recuperado del esguince de tobillo que le impidió jugar el pasado jueves ante Portugal en Sevilla.

Madrid, 3 nov.- La selección española de balonmano viaja a Suiza dispuesta a sumar un triunfo que le permita dejar encarrilada la clasificación para el Europeo de Dinamarca 2014, en un duelo en el que podrá contar con el pivote Gedeón Guardiola, recuperado del esguince de tobillo que le impidió jugar el pasado jueves ante Portugal en Sevilla.

Una baja, que no mermó el rendimiento defensivo del conjunto español, que volvió a cimentar su contundente victoria (34-20) en la solidez del 6-0, que se convirtió en un muro casi infranqueable para los portugueses, como demuestran los tan sólo nueve goles que España encajó en la primera mitad.

Trabajo defensivo al que podrá contribuir ante Suiza el recuperado Gedeón Guardiola, que volvería a conformar el centro de la zaga junto con Viran Morros, lo que liberaría al central Joan Cañellas de las labores defensivas a la que se dedicó casi en exclusiva ante Portugal.

Un encuentro en el que España destacó por la fluidez de la que dotó a su juego ofensivo, como revelan los casi veinte balones que hizo llegar a los extremos, donde Cristian Ugalde y Valero Rivera Folch, por la izquierda, y Víctor Tomás y Albert Rocas, por la derecha, se mostraron casi infalibles

Efectividad que la selección española tratará de volver a explotar mañana (16:00) ante un conjunto suizo, que se vio completamente desbordado en su visita a Macedonia, donde sólo logró maquillar en el tramo final, un marcador (30-24), en el que los helvéticos llegaron a contar con una desventaja de trece goles (25-12) en el arranque de la segunda mitad.

Una derrota que revela los problemas del conjunto suizo, que afronta el duelo con España lastrado por las numerosas bajas, que han obligado al técnico helvético, el croata Goran Perkovac, a dar la alternativa a numerosos jóvenes.

Promesas como el joven extremo derecho Nicolas Raemy, de tan sólo 20 años, uno de los pocos que se salvó del desastre en Skopje, donde tanto el central Andy Schmid, compañero de Gedeón Guardiola en el Rhein-Neckar Löwen alemán, como el extremo Manuel Liniger, las grandes estrellas del equipo helvético, naufragaron por completo.

"Estoy deseando ver cómo reacciona el equipo mañana, porque si no actuamos con mucha más decisión y determinación, no tendremos ninguna opción ante España", señaló Perkovac en declaraciones a la página web de la Federación Suiza.

Especialmente endeble se mostró el conjunto suizo en defensa, en particular en la primera parte, en la que los helvéticos encajaron diecisiete tantos, cifra que demuestra los problemas de Perkovac para rellenar el vacío que han dejado en el centro de la defensa la ausencia de jugadores como Thomas Heer o Alen Milosevic.

Así como en la portería donde ni Andreas Mertz, ni el prometedor Nikola Portner, de tan sólo 18 años, hicieron olvidar al lesionado Remo Quadrelli, guardameta del Kadetten Schaffhausen, ni, sobre todo, a Pascal Stauber, inquilino habitual en los últimos años de la portería suiza, que anunció hace apenas tres semanas su decisión de dar por terminada su carrera internacional, pese a sus tan sólo 33 años.

Bajas que la selección española tratará de aprovechar para sumar mañana en el BBC Arena de Schaffhausen para sumar una victoria que le pondría con un pie en el Europeo de Dinamarca, al que accederán los dos primeros clasificados del grupo.

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