FC Barcelona, nueva actualización

  • Francisco Ávila.

Francisco Ávila.

Barcelona, 14 ene.- Cuando la capacidad de creación táctica se adivinaba agotada después de los éxitos conseguidos en la etapa de Pep Guardiola, Tito Vilanova ha sido capaz de liderar una nueva actualización del juego del Barcelona, que también bate récords y lo hace con ligeros retoques sobre la idea primigenia.

Por el momento no hay títulos -el único en juego, la Supercopa de España, se le escapó al Barça-, pero su trayectoria en la Liga (11 puntos sobre el segundo), en la 'Champions' (clasificado con brillantez) y en la Copa (clasificado para cuartos) resulta impecable.

Todo es cuestión de estilo. De ganas de vencer, de voracidad y de no sentirse imbatible. "Un día perderemos, hay que aceptar esta realidad", se repiten desde el equipo técnico, pero desde que ha empezado la temporada, el Barça sólo ha perdido dos de los 37 partidos.

En total, 31 victorias entre Liga, Copa, 'Champions' y amistosos, 4 empates (uno ante el Real Madrid en Liga y otro en 'Champions' frente al Benfica, los otros dos en amistosos) y dos derrotas (Real Madrid en Supercopa de España y Celtic Glasgow en Europa).

El éxito es una mezcla de talento y del departamento de I+D de una marca con sede en el Camp Nou y cuyo cuartel general se encuentra en La Masía.

Y es que después del vistoso juego de la temporada del triplete, la primera de Pep Guardiola (2008-09), la exhibición en la final de la Liga de Campeones ante el Manchester United y el enorme partido ante el Santos en la final del Mundial de Clubes, poco parecía mejorable y, sin embargo, el Barcelona está dispuesto a volverlo a hacer.

Ha ido sumando elementos diferentes a su equipo y el resultado mejora las anteriores versiones. El paradigma es el centrocampista Cesc Fàbregas, fichado por Guardiola, que deslumbró con sus llegadas desde segunda línea y marcó tantos goles que superó las mejores expectactivas.

Eso fue en la primera parte del año pasado, en la segunda, Cesc sintió la presión de no marcar y la confianza que Vilanova le ha demostrado en una nueva posición le ha abierto nuevos caminos al juego del Barça.

¿Por qué si jugaba Cesc no podía jugar Iniesta? Tito apuesta por los dos. Iniesta parte desde la banda izquierda, pero permuta la posición con Cesc o con Xavi. El cuarto jugador del centro del campo es Sergio Busquets, una pieza fundamental en el equilibrio del equipo, un jugador único que garantiza las coberturas de los centrales y, además, ayuda en la creación.

El fichaje de Jordi Alba ha abierto nuevas posibilidades. Los movimientos de Iniesta hacia el centro dejan muchos espacios para Alba en la banda izquierda, un jugador explosivo, incansable y que en su regreso al Barcelona está mostrando lo mejor de sí mismo.

Alba donde antes jugaba Abidal y Alba compartiendo espacio con Adriano Correia, otra opción en el carril, también en el derecho y que ha obligado a Dani Alves, titular indiscutible de antaño, a centrarse para no perder comba.

Con Messi no hay variaciones. Leo es el genio, el falso nueve, el falso diez, el jugador de verdad. Sigue batiendo récords. Delante sólo hay un puesto libre junto al argentino, Vilanova apuesta por el trabajo de Pedro en detrimento de Villa o del errático Alexis.

En el puesto de central, la llegada de Vilanova le ha permitido más libertad a Gerard Piqué, un futbolista que se crió como centrocampista y que en esta temporada se prodiga en ataque en cuanto Busquets, el equilibrio, le da cobertura atrás.

Carles Puyol, mientras las lesiones le respetan, está por encima de Javier Mascherano. Ambos mantienen los papeles asignados con Guardiola y ahora con Vilanova.

La nueva actualización del sistema operativo del Barça está lista y funciona a pleno rendimiento. Los títulos conseguidos determinarán el éxito de la misma.

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