Fernando Vázquez ha contagiado su "ilusión" al vestuario y la afición

  • Llevaba casi seis años sin entrenar, los habría cumplido hoy si el Deportivo no le hubiera contratado el pasado mes de febrero, y ese periodo de inactividad, en el que su conexión con los banquillos se limitó a la selección gallega, Fernando Vázquez recargó las pilas, cargó la mochila de ilusión y la abrió cuando sucedió al portugués Domingos Paciencia.

Carlos Alberto Fernández

A Coruña, 8 abr.- Llevaba casi seis años sin entrenar, los habría cumplido hoy si el Deportivo no le hubiera contratado el pasado mes de febrero, y ese periodo de inactividad, en el que su conexión con los banquillos se limitó a la selección gallega, Fernando Vázquez recargó las pilas, cargó la mochila de ilusión y la abrió cuando sucedió al portugués Domingos Paciencia.

Desde el primer momento, contagió su actitud positiva al vestuario y a la afición, a pesar de que los resultados fueron negativos en su desembarco en el equipo al que siempre había querido entrenar.

Cuando llegó al banquillo, la plantilla y la afición estaban al borde del divorcio, pero incluso aunque cayó en su debut ante el Sevilla (3-1), fue recibido por unos 300 aficionados en Riazor y, desde el césped, les prometió que harían todo lo posible para levantarse y lograr la permanencia.

Les pidió tranquilidad y confianza, agradeció su apoyo y expresó que el objetivo era sumar ocho victorias en los catorce partidos que quedaban y que llevarían al Deportivo hasta los 40 puntos, un discurso al que los aficionados respondieron con aplausos.

Fue el primer paso para recuperar a la afición, a la que ha tenido a su lado pese a la derrota ante el Real Madrid (1-2), el empate ante el Rayo Vallecano (0-0) y otro traspié ante el Barcelona (2-0).

Llegaban entonces las tres finales en las que el Deportivo se iba a jugar su futuro y ganó todos ellos (3-1 al Celta, 2-3 al Mallorca y 3-2 al Zaragoza) para situarse a un punto de la permanencia tras haber estado a nueve.

El vestuario ha reconocido públicamente la importancia que ha tenido Fernando Vázquez en la reacción de un equipo que no había levantado cabeza ni con el técnico del ascenso, José Luis Oltra, ni con Domingos.

El testimonio más reciente es el de Juan Carlos Valerón, la extensión de Vázquez en el césped: "Una de las cosas más importantes que el equipo tiene es la ilusión del entrenador, que nos la ha transmitido. Tener ilusión en lo que hagas siempre es importante", reconoció.

Y uno de los primeros en darse cuenta del cambio que supuso la llegada del preparador de Castrofeito (A Coruña), fue el brasileño Paulo Assunçao, que ha perdido la titularidad en los tres últimos encuentros.

El 27 de febrero, pese a las derrotas ante el Sevilla y el Real Madrid, el centrocampista aseguró que Vázquez había "cambiado el vestuario".

"Todo el mundo está con la cabeza fresca, pensando en la victoria. Ha llegado con mucha fuerza. Por la experiencia que tiene, nos ha dado seguridad. Estamos muy contentos", comentó entonces.

Numerosos jugadores del Deportivo han reconocido abiertamente en las últimas semanas la transformación anímica que ha logrado el técnico.

Aythami Artiles, que el pasado sábado evitó darle la mano tras haber sido sustituido, destacó en marzo "la energía y el optimismo" de Fernando Vázquez, que tampoco ha pasado desapercibido para el portugués Bruno Gama.

"Le ha dado más ánimo al equipo, ha supuesto perder el miedo, afrontar los partidos con coraje. Es muy positivo. Nos ha dado eso. Hemos mejorado físicamente, nos ha dado muchas cosas buenas", reconoció el extremo, el único que ha participado en todos los partidos del campeonato y, además, como titular.

Fernando Vázquez, que ha exhibido su alegría en las últimas victorias, que ha recuperado las carreras por la banda para celebrar goles, no podrá sentarse en el banquillo el próximo sábado ante el Levante en Valencia por haber protestado "persistentemente al cuarto árbitro cuando éste le indicaba que no saliera del área técnica", recogió José Antonio Teixeira en el acta del Deportivo-Zaragoza.

Pero aunque no pueda dirigir al equipo a pie de campo, su optimismo y su ilusión ya han sido interiorizadas por la plantilla, que expira positivismo tras las últimas victorias.

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