El alicantino David Ferrer siguió con su leyenda negra sobre el pasto británico, ésa que dicta que nunca supera el primer día de la segunda semana. Su tope en Wimbledon son los octavos de final (donde perdió el año pasado y en 2006) y sigue sin derribar un muro que se le hizo gigante ante el galo.
El finalista de Queens se impuso con autoridad al número seis del mundo, que, a pesar de salvar dos bolas de 'breaks' en el quinto juego, acabó perdiendo su servicio y entregando la iniciativa a Tsonga, muy cómodo con su portentoso saque y que se anotó la primera manga en 28 minutos.
Tras el irregular parcial inicial, el de Jávea intentó alterar el guión y apretó desde el resto. En el segundo intercambio, el sexto favorito del torneo dispuso de sus dos primeras bolas de rotura, pero el francés se repuso y acabó decantando el set en el noveno juego, otra vez al saque del español.
En la tercera manga, Ferrer alargó el choque hasta la muerte súbita, pero Tsonga cerró el envite al mostrarse más acertado que su rival en el 'tie break', por lo que ahora se jugará un puesto en semifinales con el vencedor del partido entre el suizo Roger Federer, número tres del mundo, o el ruso Mikhail Youzhny.
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