Guillermo Molina afirma que en su vuelta a la selección se sintió "raro"

Ceuta, 6 abr.- El capitán de la selección absoluta de waterpolo, Guillermo Molina, ha asegurado que en su regreso al equipo nacional, tras siete meses ausente, se sintió "un poco raro" debido a la incorporación de nuevos jugadores y a la implantación de un nuevo sistema.

El ceutí, en una entrevista telefónica con Efe, ha destacado su satisfacción por volver a enfundarse la elástica nacional, lo que no hacía desde el pasado verano y tras haber quedado fuera de las dos últimas convocatorias. "Me encontré bien aunque al inicio estuve un poco raro debido a la presencia de tantos jóvenes que no había conocido antes", ha reconocido.

Guillermo Molina, de 29 años y 290 veces internacional, volvió a ser convocado por el seleccionador Rafa Aguilar para afrontar en Barcelona la pasada semana los dos encuentros de la Liga Mundial.

En el primero de ellos, ante Serbia, Guillermo Molina anotó dos goles que no fueron suficiente para impedir la derrota de España (6-8). "Fue el primer test que jugué con el nuevo sistema y, como todo, se necesita tiempo para adaptarlo a los jugadores y los jugadores al sistema", ha argumentado.

Del segundo partido, en el que logró un gol que ayudó al triunfo ante Alemania (11-6), ha señalado que ya llevaban "unos días más juntos" y fueron "capaces de hacer un juego más fluido".

"Estuve bien pero no rendí como lo estoy haciendo esta temporada, si bien es cierto que hay un nuevo sistema y hay que acoplarse al mismo", ha insistido.

El capitán español ha dicho a Efe que no estar clasificados para la fase final de la Liga Mundial no es un paso atrás de la selección porque "el objetivo único es el Mundial de Barcelona" de este verano.

Guillermo Molina ha destacado que la idea de incorporar nuevos jugadores a la selección "es fantástica" y que es "partidario de dar mucho espacio a los que tienen cualidades para estar en el equipo nacional, por lo que la irrupción de nuevos talentos es importante".

El ceutí, por otra parte, afrontará mañana la vuelta de la final de la Eurocopa con su equipo, el Florencia italiano, después de perder en la ida por 4-8 ante los serbios del Radnicki Kragujevac. "Llegar a la final ha sido un éxito. La ida fue un poco falsa, porque creamos más juego pero no estuvimos atinados de cara al gol, por lo que la vuelta será otra bonita final", ha apuntado.