La hazaña del Leicester tiene premio: Ranieri, Mejor Entrenador del Año

La hazaña del Leicester tiene premio: Ranieri, Mejor Entrenador del Año
La hazaña del Leicester tiene premio: Ranieri, Mejor Entrenador del Año
Getty Images.
Diego Mariño

Zinédine Zidane ganó la Champions League, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Fernando Santos la primera Eurocopa en la historia de Portugal, pero ninguno de los dos logró la hazaña de Claudio Ranieri, que hizo campeón de la Premier League por primera vez en sus 130 años de historia al Leicester, un club que el año anterior había rozado el descenso. Por ello, y de forma más que merecida, el italiano ha recibido el premio a Mejor Entrenador del Año de la FIFA. 

Claudio Ranieri recibió el galardón emocionado ante una multitud que reconoció con una tremenda ovación el éxito tardío del técnico italiano, un éxito que comenzó en el verano de 2015. 

Por aquel entonces el Leicester hacía oficial la destitución de Nigel Pearson como entrenador. El técnico que propició el ascenso y que había salvado a los 'foxes' consiguiendo una décimo cuarta posición, abandonaba el club por diferencias con la directiva.

También pudo influir decisivamente el escándalo sexual que varios jugadores del Leicester protagonizaron en Tailandia celebrando la permanencia. Tres futbolistas fueron fulminantemente despedidos del club, entre ellos James Pearson, hijo del entrenador Nigel Pearson.

Llegó Ranieri casi sin tiempo para formar un equipo a su medida, pero se adaptó a lo que había. Con él y su estilo sobrio pero efectivo, Vardy consiguió 22 goles y fue nombrado mejor jugador del año para la prensa inglesa.

Asimismo, el honor de ser el mejor jugador de la Premier fue para el argelino Riyad Mahrez, una de las actuales perlas del fútbol mundial con 18 goles y 11 asistencias esta campaña.

Junto a ellos la solidez de Drinkwater y Kanté en el centro del campo, la dirección del capitán Morgan desde la zaga y la seguridad de Schmeichel en portería, hicieron posible la mayor hazaña de la historia del fútbol.

Así se fraguó la proeza del Leicester

Los goles de un extrabajador de una fábrica, la magia de los regates de un desconocido argelino, y el trabajo de un francés 'bajito' se alinearon bajo la batuta de un entrenador italiano. Un hombre que ha saboreado el éxito al final de su carrera y con la hazaña más complicada entre manos. Sí, el Leicester y Ranieri se proclamaron campeones de Inglaterra.

La aspiración del Leicester de Ranieri a principio de temporada era mantener la categoría. El equipo se reforzó con 10 jugadores tras vender a cinco y perder otros tantos jugadores cedidos.

Entre las nuevas incorporaciones estaba Okazaki, buen futbolista japonés, y otros con menos nombre como Fuchs y Kanté.

Lo dicho, salvar la categoría se firmaba al inicio de curso. Lo que pasa es que cuando en la jornada 13 vas primero con solo una derrota en tu haber, tu caché empieza a subir.

"Se va a caer, tarde o temprano", "no va a durar", decían las voces de multitud de analistas deportivos a nivel mundial. No les faltaba razón porque en el primer encuentro serio de la campaña, el Leicester había claudicado en el King Power Stadium por 2-5 ante el Arsenal.

Sin embargo, los chicos de Ranieri siguieron impasibles basándose en una gran defensa y en un estilo de juego muy italiano. Esperar atrás y aprovechar el combate arriba de Vardy y la velocidad en la banda de Mahrez. Todo salió a la perfección, y el 6 de febrero el Leicester se dio cuenta de que podía ser campeón.

Tras ganar al Liverpool 1-0 en casa, los 'foxes' visitaron el Etihad Stadium de su mayor perseguidor, el Manchester City.

El Leicester rindió demostrando de lo que era capaz y asaltó uno de los feudos más complicados de la Premier League. Huth en dos ocasiones y un golazo de Mahrez sellaron un 1-3 para una historia que estaba destinada a terminar bien.

Después de perder ajustadamente ante el Arsenal, 9 jornadas con siete victorias y dos empates dejaron al Leicester al borde del milagro.

Old Trafford era el escenario ideal, pero en un cuento de hadas no todos los momentos tienen por qué ser perfectos. Un empate con gol del capitán Wes Morgan aplazó el final feliz un día más.

La historia tiene tanto encanto que hasta Ranieri estaba en un avión de vuelta a Inglaterra cuando el Tottenham jugaba en Stamford Bridge y no podía conseguir la victoria.

Ese resultado de 2-2 hacía campeón al Leicester por primera vez en sus 132 años de historia. El mayor éxito del fútbol moderno.

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