Urrutia, de 29 años, consiguió un mejor salto de 13,84 metros, que le permitió ser duodécima y última de las clasificaciones, pero eso no desanimó a la saltadora, que se ve capaz incluso de luchar por el podio.
"Un atleta se prepara para ser el mejor y lograr el primer puesto. Si no se puede el primer puesto, al menos entrar entre las tres primeras", afirmó Urrutia, ambiciosa y con una sonrisa radiante por la clasificación.
Para acceder a la final del lunes se necesitaba conseguir una marca de al menos 14,25 metros o bien finalizar entre las doce primeras. Esa última vía fue la que clasificó a Urrutia, que llegaba al Mundial con una mejor marca de la temporada de 14.22 y un récord personal de 14.58.
Urrutia ya había destacado el pasado mes con un bronce en los Juegos Panamericanos de Toronto y en el Mundial tenía como primer objetivo poder estar en la final.
"Me siento muy bien, gracias a Dios se cumplió pasar a la final. No soy muy joven, pero sí lo soy en vida deportiva en el triple salto. Es un momento muy emocionante, estoy muy feliz por haber logrado el pase a la final", afirmó
dr/mcd
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