La marcha de Domenicali podría dejar la puerta abierta para la llegada de Ross Brawn a Ferrari

Ante el anuncio de la contratación de Marco Mattiacci como nuevo director de la escudería Ferrari, muchos objetivos han vuelvo a poner a Ross Brawn en el punto de mira.

El nuevo director de la marca italiana no tiene ninguna experiencia en los circuitos, por lo que según parece, su presencia en los grandes premios será tan solo transitoria, a la espera de la llegada de algún ingeniero con más tablas en la materia y todo apunta a que esa persona será Ross Brawn.

Brawn, nacido el 23 de noviembre de 1954, en Ashton-under-Lyne, Lancashire, Reino Unido. Ha trabajado con varios equipos de Fórmula 1, entre los que se encuentra el propio Ferrari.

Es un astuto genio táctico, un pícaro estratega, un especialista que en el glamouroso mundo de la Fórmula 1 se comporta de manera estrafalaria. El británico, casado y con dos hijas, tiene además unos hobbies muy normales: la pesca y el cultivo de rosas.

Es uno de los dirigentes con mayor trayectoria de la Fórmula 1, ya que ha pasado por equipos como Williams F1 (1978-1984), Team Lotus, Lola, Arrows y, finalmente, Benetton, donde consiguió sus primeros grandes éxitos y alcanzó fama de gran estratega.

Más tarde se convirtió en el director técnico de Ferrari entre 1997 y 2006, y matuvo una gran amistad con Michael Schumacher, con el que compartió la trayectoria del alemán en Ferrari. Sus decisiones con Schumacher le dieron cinco campeonatos mundiales consecutivos a la escudería de Maranello y al piloto alemán. Diseñó una estrategia novedosa de cuatro paradas en boxes en el Gran Premio de Francia de 2004, lo que no impidió a Schumacher ganar la carrera.

Honda desveló en noviembre de 2007 su fichaje como máximo responsable de su equipo de F1.

Cuenta la historia que el 5 de diciembre de 2008, cuando ya comenzaban a sentirse los primeros coletazos de la crisis que afectaba al mundo, Honda anunció que se alejaba de la categoría a raíz de los problemas económicos que afectaban la categoría.

De inmediato, Nick Fry, jefe ejecutivo de Honda, y el mismo Brawn empezaron a establecer distintos contactos para encontrar un comprador que mantuviera a los 700 empleados y le asegurara la continuidad a Jenson Button, quien días antes había renovado su contrato con la escudería japonesa.

La falta de un comprador serio jugó a favor del británico, quien por el precio simbólico de una libra esterlina se hizo cargo de la escudería. Así nacía Brawn GP, un equipo financiado por la propia Honda y que logró mantener a Button y a Barrichello como pilotos aun cuando les rebajaron los sueldos.

Brawn asumió toda la responsabilidad en el diseño, la fabricación, la ingeniería y la competición del equipo Honda y trabajó junto a Nick Fry, que continúa como jefe ejecutivo.

En la primera carrera de la temporada, el Gran Premio de Australia 2009, el equipo Brawn GP impresionó a sus rivales al lograr el primer y segundo puesto de la competición, en lo que fue un debut asombroso. Los monoplazas de su escudería contaban con unos controvertidos difusores que la FIA ratificó como legales el 16 de abril de 2009, con los que se estimaba que la ganancia por vuelta era de medio segundo. En esa misma temporada, su formación fue campeona de constructores de la temporada 2009, siendo su piloto, Jenson Button, campeón mundial de Fórmula 1.

Una vez finalizada la temporada 2009, Brawn vendió el 75,1% de las acciones del equipo a Mercedes por 100 millones de dólares. Continuó al frente del equipo, que pasa a denominarse Mercedes AMG F1 Team.

El día de año nuevo de 2010, fue incluido en la lista de Honores de Año nuevo de 2010, convirtiéndose así en miembro de la Orden del Imperio Británico.

A finales de la temporada 2013, Brawn deja el equipo Mercedes, después de haber conseguido 3 victorias y el subcampeonato de ese año para tomarse un respiro y decidir su futuro.