Por momentos, parecía que solo Raphaël Varane y Sergio Ramos formaban la zaga del Real Madrid. El francés y el español se vieron desbordados por los contragolpes frenéticos del Granada en un primer tiempo sin pausa, en el que Lass y Marcelo se concentraron en atacar y olvidaron la primera misión de un defensa: proteger su portería.
Los balones a la espalda de los dos carrileros madridistas fueron la base de todas las ocasiones de un motivado Granada. Bien por las pérdidas de un inconstante Xabi Alonso, bien por despistes en el repliegue. Lass acompañó en ataque a Benzema pero se olvidó de guardar su flanco de las subidas de Siqueira y Dani Benítez, obligando a Varane a tapar la banda y dejar solo a Ramos frente a Ighalo y Uche.
Del otro lado, Marcelo se plantó en el campo desubicado y falló en el marcaje a Uche. Le sobró con su técnica y movilidad para desequilibrar en ataque, pero se durmió ante el nigeriano. Las fintas del interior derecho descolocaron al brasileño, que no pudo evitar un centro brillantemente cabeceado por Mikel Rico a la red.
El gol tempranero de Higuaín –asistencia de Marcelo- nada más arrancar la segunda parte tranquilizó al Madrid y dio una tregua a los laterales blancos, especialmente al brasileño, que se pudo concentrar en crear nuevas ocasiones de gol. Lass, en cambio, fue sobrepasado por Dani Benítez, un puñal por la izquierda que no dejó de molestar a la defensa blanca.
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