Leo Messi y luego el resto. El crack argentino fue titular contra el Betis apenas unos días después de lesionarse y ser sustituido en Champions League contra el Benfica. Y volvió a ser el mejor. Dos goles suyos dieron la victoria al Barcelona en su visita al Benito Villamarín para seguir con una impecable racha al frente de la clasificación de la Liga BBVA.
Los blaugranas salieron con uno de sus once de gala, dejando a Alves en el banquillo por un Adriano muy en forma. Arriba, Cesc, Pedro y Messi. Aunque el tridente duró poco, ya que Fábregas tuvo que salir del campo a los 9 minutos por un pinchazo (rotura en el bíceps femoral, entre tres y cuatro semanas). Le sustituyó Alexis. El Barcelona empezó dominando: control del balón, posesiones largas, amenazas al área y ocasiones peligrosas.
Como consecuencia de una cosa llegó la otra: los dos goles de Messi. El primero fue tras una jugada individual, se fue con el balón pegado al pie y definió de un zurdazo. En el segundo, Iniesta, en el área pequeña, asistió casi de tacón para que el argentino cruzase el balón al palo largo de Adrián. En menos de media hora el Barcelona ya había encarrilado el partido y Messi había conseguido superar el récord de Müller de tantos marcados en un año con 86.
El Betis despertó con la entrada de Vadillo, que reemplazó a Juan Carlos, lesionado. El joven bético activó a los suyos y poco antes del descanso asistió entre líneas perfectamente a Rubén Castro, que remató a puerta frente a Valdés y recortó distancias en el marcador.
Comenzó el segundo tiempo con los locales muy enchufados. En el Barcelona entró Mascherano por Puyol, mientras que los verdiblancos metieron a Jorge Molina en punta. Iniesta sostuvo a los de Vilanova con varias asistencias de mucho mérito, pero el Betis se acercó con peligro. Sobre todo, un cabezazo al palo de Jorge Molina que detuvo Valdés en la línea de gol.
En el tiempo del descuento Thiago pudo sentenciar, pero su regate más disparo se marchó fuera por poco.
Y siguió insistiendo el Betis. Pozuelo entró por Salva Sevilla y se mantuvo el goteo de ocasiones para los béticos. Otra clarísima fue de Pozuelo, con la izquierda, a la cruceta de la portería de Valdés. Messi contrarrestó con una volea que detuvo Adrián, le cayó el rechace a Jordi Alba que en el área pequeña disparó al larguero.
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