Liga BBVA, Valladolid 2-3 Real Madrid: el 'cirujano' Ozil cura las heridas de los blancos

    • Manucho reabrió viejas heridas del Madrid con dos goles a balón parado.
    • Ozil fue el mejor del Madrid, anotó de falta y dejó una genial jugada con Benzema que acabó en gol.

El balón parado fue una de las asignaturas que tuvo que repasar una y otra vez a principios de temporada el Madrid. Una de las razones de que los blancos estén a ocho puntos del Barcelona fue la sangría de goles que recibió así. Este sábado ha vuelto a sufrir ese mal ante el Valladolid, afortunadamente los blancos tienen un cirujano en el equipo capaz de poner remedio al peor de los diagnósticos, Ozil.

El Valladolid salió ante su público con personalidad. Quería el equipo pucelano la posesión y no le intimidó que las dos primeras ocasiones fueran para el Madrid. Fueron tiros lejanos, de Cristiano y Callejón, pero el rondo de los de Djukic continuaba.

Sin embargo se pondría por delante el equipo local con otras armas. A balón parado, un córner, llegó el gol de Manucho. El saque de esquina del Valladolid no lo sacaron ni Nacho, ni Ramos, se hizo un lío la defensa del Madrid y el balón acabó llegando a Manucho. Estaba solo en el área pequeña y fusiló Casillas ante la mirada de Pepe, que debía atarlo en corto.El balón parado, una herida que se suponía cerrada y cicatrizada, volvía a sangrar.

Aplicó bálsamo rápidamente el Real Madrid, aprovechando un regalo de la zaga pucelana. Callejón presionaba a Balenziaga y el defensa cedió mal a Valiente. Se juntó todo y catalán se resbaló antes de llegar a la pelota. Con el camino franco hacia la portería, Callejón ganó línea de fondo y cedió atrás a Benzema, para que el francés empatase el partido.

Cuando los blancos tomaban el dominio del partido, llegó otro córner. Y la herida volvió a sangrar a borbotones. Se alineó Sergio Ramos, el mejor cabeceador del Madrid, con Manucho, pero el angoleño se deshizo con pasmosa facilidad de andaluz y envió de nuevo al fondo de las mallas el balón, esta vez rematando de manera directa el córner.

Aunque el Valladolid le puso en bandeja el empate a Callejón, tras otro resbalón, no lo aprovecho el Madrid. Y pese que la táctica del Madrid fue la de acoso y derribo, no llegaba con claridad a la meta de Dani Hernández. Lo más peligroso eran los tiros lejanos de Cristiano.

Tuvo que aparecer el delicado y preciso toque de cirujano de Ozil para evitar que el Madrid se fuera en desventaja al descanso. El alemán se fue de tres en el borde del área, cedió para Benzema y el francés la devolvió de tacón para Mesut, que batió a Dani Hernández.

Empezó timorato en la reanudación el Valladolid, pero le cedió terreno el Madrid y dio un paso adelante. Óscar probó a Casillas en dos ocasiones y el Madrid contragolpeaba con peligro. Veía enfermo a su equipo Mourinho y le dio un toque revolucionario. Ya había sacado a Nacho y colocado a Callejón en el lateral, pero fue más allá y reemplazó a Arbeloa por Modric. Xabi Alonso pasaba a ser central.

El remedio del portugués parecía efectivo con el partido loco y Sergio Ramos marcó entrando a rematar desde atrás, pero estaba en fuera de juego y el árbitro de la contienda anuló el gol.

Tendría que aparecer de nuevo el toque de cirujano de Ozil para sacar al Madrid de la gravedad. El alemán tomó galones en una falta peligrosa al borde del área. Con una precisión absoluta, puso el balón donde jamás pueden llegar los porteros. Ajustada al larguero y casi en la escuadra.

Mourinho vio que el enfermo había salido de la UVI y se dispuso a darle el alta definitiva. Quitó a Benzema cuando quedaban 20 minutos y metió a Varane para reforzar la defensa. Además dio órdenes claras a los laterales, para que no se les ocurriese subir al ataque. El Valladolid ya no llegó y el Madrid solo puso balones en largo a Cristiano.

Alex Fontes
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