Llorente rescata a España en Hampden Park

La distancia que hay entre la selección española y Escocia es abismal, un mundo. Durante la primera parte hubo momentos de sonrojo para los locales, en los que los jugadores de Del Bosque tocaban y tocaban ante la atónita mirada de sus rivales, que no eran capaces ni de dar patadas para cortar el juego porque no llegaban a tiempo. La velocidad con la mueven el balón de los campeones del mundo no tiene igual en el fútbol actual, y la incursión de Xabi Alonso en la medular, donde combinó con Silva e Iniesta, sólo hizo agigantar esta tendencia.

Los primeros cuarenta y cinco minutos del jugador que nos hizo gritar en la final de Johannesburgo fueron para enmarcar. Iniesta dominó el encuentro, lo agitó a su antojo, e hizo que los defensas escoceses parecieran juveniles por la manera en la que le temblaban las piernas cuando les encaraba. Barrió todo el frente de ataque español, asociándose con sus compañeros e inventando pases imposibles. Era el Iniesta que todos conocemos y que acabará ganando un Balón de Oro, porque es uno de los mejores futbolistas del mundo, y que remachó su espectacular actuación con un tanto en la segunda mitad.

Muchas de esas asistencias del genio albaceteño iban destinadas a Villa, que, un partido más, buscada igualar el récord de goles de Raúl con 'La Roja'. El delantero asturiano marró algunas ocasiones impensables en un jugador de su calidad, algo que sólo puede deberse a la presión que se ha autoimpuesto por alcanzar la cifra de los 44 goles como internacional. Poco antes del descanso, de penalti, lo consiguió, y seguro que Del Bosque y Guardiola respiraron tranquilos.

El único peligro que generó Escocia llegó por la banda derecha de España, en la que Sergio Ramos anduvo despistado todo el duelo. El lateral del Real Madrid no cerró con la eficacia que sí demostró Capdevilla en el otro costado, y en uno de estos desajustes llegó el gol escocés, tras un remate a bocajarro de Naismith, al cuarto de hora de la reanudación y poco después del tanto de Iniesta.

Piqué fue el único protagonista del empate de los locales. El central culé posibilitó la jugada de Escocia al quedarse anclado, y en su intento por despejar el pase de la muerte de Morrison, introdujo el balón en la portería de Casillas. Este tanto precedió a los peores minutos que se le recuerdan a España, que perdió el control de partido y sufrió numerosas contras con mucho peligro.

Del Bosque recurrió a Llorente y Pablo Hernández (remate y desborde) ante esta situación de emergencia, renunciado a los 'bajitos jugones' (Silva y Cazorla), y su apuesta obtuvo sus frutos. El delantero del Athletic mantuvo su buena relación como internacional y aprovechó un excepcional centro de Capdevilla desde la banda derecha para embocar al fondo de la red escocesa el tercer gol español.

La victoria ya no se le escapó a España, pero el sufrimiento (innecesario) de la segunda mitad es una señal a tener en cuenta por lo poco habitual. Los puntos están en el casillero, y la clasificación encarrilada, pero no puede permitirse el equipo de Del Bosque este tipo de sustos.

Ficha técnica.
2.Escocia: McGregor; Bardsley, Weiw, McManus, Whittaker; McCulloch (Adam, min.46), Naismith, Fletcher, Morrison, Dorrans; y Miller.

3. España: Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila; Busquets, Xabi Alonso; Cazorla (Pablo Hernández, min.70), Iniesta, Silva (Llorente, min.76); y Villa.

Goles: 0-1, min.44, Villa. 0-2, min.55, Iniesta. 1-2, min.57, Naismith. 2-2, min.66, Piqué (PP). 2-3, min.79, Llorente.

Árbitro: Massimo Busacca (SUI). Espulsó por doble amarilla a Whittaker (min.43 y min.89) y amonestó a Miller (min.73) por parte de Escocia.

Estadio: Hampden Park. 51.322 espectadores.