Londres 2012: once de diecisiete, los Juegos de las españolas

Si por algo van a ser recordados en España los Juegos Olímpicos de Londres 2012 es por el salto cualitativo del deporte femenino. Por primera vez en los más de cien años de historia de los Juegos, las mujeres españolas han obtenido más medallas que los hombres. Desde que en Barcelona 92' el género femenino lograra sus primeras preseas, no ha habido una edición olímpica en la que, al menos, las chicas no consiguieran cuatro preseas. En Londres han sido once, superando el registro de Barcelona, donde consiguieron ocho.

De esos once preciados metales, destacan dos: la de Marina Alabau y la del trío de chicas (Tamara Echegoyen, Sofía Toro y Ángela Pumariega). Ambas preseas fueron de oro y ambas, casualmente, en vela. Alabau arrasó en la categoría de RS-X, donde venció tres regatas y remató llevándose de calle la medal race. Las chicas del Elliott 6m alcanzaron la final de su categoría, donde superaron al difícil equipo australiano en el quinto y último punto. Las cuatros regatistas son la punta de lanza de un deporte femenino que, en esta coasión, ha tirado del carro español en los Juegos.

Además de estos dos oros, se han conseguido cinco platas y cuatro bronces. Y uno de los aspectos más positivos para que este éxito pueda reproducirse en futuros campeonatos es que se han logrado preseas en muy diferentes deportes y a nivel tanto inidividual como de grupo. Las 'chicas guerras' de balonmano nos han enseñado a combatir y pelear hasta el último momento por un objetivo. Tuvo que ser en la segunda prórroga donde ganaran su ansiado metal bronceado. Por su parte, las waterpolistas han dado el primer paso en un camino que promete mucho llegando hasta la final olímpica y colgándose la plata.

Como decimos, se han logrado éxitos en deportes poco conocidos, algo muy positivo de cara a que la gente empiece a enamorarse de dichos deportes. Así, Maider Unda logró el bronce en lucha, Maialen Chourraut en piragüismo y Briggite Yagüe en taekwondo. Por otro lado, Mireia Belmonte, nuestra particular sirena, puede ser el punto de inflexión que necesite la natación española para dar un salto de calidad, gracias a sus dos medallas de plata.

Por último, el gran deporte femenino que nunca nos falla, la natación sincronizada, también subió al podio en Londres. Las chicas de Anna Tarrés volvieron a convencer al jurado y se llevaron la plata en dúo y el bronce en equipo. El relevo generacional apenas se ha notado y estas bailarinas del agua siguen enamorando a cientos de jóvenes niñas que cada verano sueñan con imitarlas.

Todas estas deportistas son el vivo ejemplo de que el deporte femenino español ha dado un paso al frente y se ha situado en los puestos de cabeza en varios deportes. Ahora toca seguir trabajando y cautivando a las más pequeñas para que disfruten haciendo deporte y, por qué no, dándonoso más alegrías en el futuro.

Las seis de los chicos

Por su parte, los chicos han estado más flojos de lo habitual. Tan sólo se han podido colgar seis metales. El gran triunfador ha sido el taekwondista Joel González, oro en la categoría de -58 kilos. Por detrás de él, David Cal se llevó el oro en C1 1000 metros y se convirtió en el español con más metales olímpicos de la historia. También en piragüismo, Saúl Craviotto logró el segundo puesto en K1 200 metros.

Otro taekwondista, Nicolás García se tuvo que conformar con la plata tras perder la final de -80 kilos, misma posición que ocuparon nuestros chicos de basket tras no poder superar a los americanos de la NBA. Gran noticia, por último, la de Javier Gómez Noya en triatlón, modalidad en la que ganó la plata y se quitó la espinita del cuarto puesto de los Juegos de Pekín.