Los chispazos de Jesé, Carvajal y Bale sacan de un apuro al Real Madrid

    • Cristiano Ronaldo, que no estuvo brillante, se aprovecha de los centros de Carvajal y Bale y marca dos goles que le valen para sumar 20 en esta Liga.
    • Di María se fue del campo silbado por los aficionados y se tocó sus partes más nobles en un gesto que se puede interpretar como una provocación y que traerá polémica
Ulises Sánchez Flor
Ulises Sánchez Flor

En el minuto 5 el héroe del equipo madridista fue Diego López. Este portero también gana puntos. Como Iker. Con sus dedos desvió un disparo de Charles, que se plantó sólo ante la portería blanca en un fallo de Pepe que habilitó la jugada cuando el resto de la defensa tiraba el fuera de juego. Fue el primer aviso de un Celta perfectamente aleccionado por Luis Enrique.

Un equipo atlético que supo replegarse, cerrar espacios y lanzar contragolpes con peligro. Orellana, Rafinha, Alex López y Oubiña hicieron correr demasiado hacia atrás a Pepe, Ramos y Xabi Alonso. Sufrieron. En varias de estas galopadas célticas se pudo gestar algún gol, pero entre Diego López y la mala puntería del equipo visitante se llegó al descanso.

Ancelotti quitó a Xabi Alonso y metió a Illarramendi. Un cambio que habrá que leer entre líneas. ¿No se siente cómodo el Xabi? ¿Qué pasa con su renovación? En ese primer periodo también hubo un par de jugadas polémicas en el área del Celta que pudieron ser penalti.

En el Real Madrid ofrecieron malas señales varios jugadores. Marcelo estuvo lento y jugó en estático. Al brasileño se le nota cuando no tiene pulmones para atacar y desequilibrar. Las vacaciones no le sientan bien. No tuvo ritmo en sus piernas. No desbordó ni puso en aprietos por su banda izquierda. De él se espera que ayude a desatascar este tipo de encuentros en los que los de arriba tienen menos espacios. Sí lo hizo Carvajal (el preferido de Ancelotti para la banda derecha), que se metió una auténtica paliza y se echó al equipo a sus espaldas para abrir el campo y meter balones al área. Sus continuos centros e incursiones fueron de lo mejor. De ello se aprovechó Cristiano Ronaldo para marcar el segundo gol del equipo y el primero de su cuenta.

Los cambios le funcionaron a Ancelotti. Jesé salió por Isco y encontró soluciones. El primer balón que tocó el canario fue para chutar a portería y avisar de que iba a darle la noche al equipo vigués. Poco después 'caracoleó' dentro del área, desconcertó a la defensa y su pase a la zona de la muerte fue aprovechado por Benzema para marcar el primer gol que liberaba al Real Madrid de la presión de no saber cómo ganar el partido. El tercer cambio fue el de Bale por Di María.

Y va a traer polémica porque el argentino se fue del campo enfadado por los pitos y tocándose sus partes más nobles. Un gesto extraño y que se puede interpretar como una respuesta a los silbidos de la grada. No es la primera vez que el argentino dedica un gesto para reivindicarse. Di María fue titular y estuvo perdido. El Bernabéu no le va a perdonar nada a partir de ahora. Esto tiene mala pinta.

La salida de Bale sirvió para meterle más metralla al poderío ofensivo del Real Madrid. El Celta, ya más desanimado, empezó a bajar los brazos y el galés les empujó a la lona con sus galopadas. Bale buscó a Cristiano y le puso un centro que el portugués, igual que hizo con el pase fuerte y preciso de Carvajal, remató a placer como un '9'. Se consumó la goleada, pero no vale para tapar que el equipo de Ancelotti camina sobre el alambre en la Liga y le cuesta sacar los partidos adelante.

La amplitud de su plantilla, su riqueza, le vale para superar las dificultades. Pero los aficionados sufren y les gustaría vivir los partidos con más tranquilidad ante lo que se considera rivales asequibles. Puede que la presión de jugar un lunes festivo, sin ambiente de jornada, y después de que el Barcelona y el Atlético ganaran sus partidos les creara más dificultad.

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