Los encordadores de raquetas, los mecánicos del tenis

  • Para ellos no hay descanso, sus jornadas son largas y laboriosas para tener a punto las cuerdas de las raquetas de los tenistas durante el Abierto Mexicano de Tenis y también en diversos torneos alrededor del mundo.

Juan Manuel Ramírez González

Acapulco (México), 26 feb.- Para ellos no hay descanso, sus jornadas son largas y laboriosas para tener a punto las cuerdas de las raquetas de los tenistas durante el Abierto Mexicano de Tenis y también en diversos torneos alrededor del mundo.

Los encordadores de raquetas cumplen una función vital en el tenis, similar al de los mecánicos en el automovilismo, al ser los responsables de colocar y tensar las cuerdas de las "herramientas de trabajo" de los profesionales.

En Acapulco, sede del Abierto mexicano entre el 25 de febrero y el 1 de marzo, estos "mecánicos del tenis" están encabezados por el argentino Luis Pianelli, quien a sus 46 años presume de más de 30 de experiencia en el encordado de raquetas.

"El encordado en las raquetas es un parte fundamental porque las cuerdas son las que entran en contacto directo con la pelota y son las que dan los efectos", cuenta a Efe el técnico argentino.

Para Pianelli, quien trabaja en el Abierto Mexicano desde el 2011, la raqueta y el encordado tienen un 50 por ciento de importancia al preparar una raqueta para los partidos.

En Acapulco, su oficina está a unos metros de la cancha del estadio Mextenis, apenas a unos cuantos pasos para que los jugadores ordenen detalles específicos para sus raquetas.

"La tensión de las raquetas se mide en kilogramos o en libras y a mayor tensión, menos despide la pelota y al contrario, si hay menor tensión, está floja y más despide, pero con menos control.

Pianelli, que tiene un equipo de cuatro ayudantes, requiere de un pago de 25 dólares por raqueta y un jugador puede llevar una o varias antes de cada entrenamiento o partidos.

La experiencia de Pianelli le ha permitido trabajar con los mejores jugadores de la última década y dice que no siempre son los más exquisitos a la hora de pedir detalles para sus raquetas sino que hay jugadores entre los 80 o 90 del mundo más pretenciosos.

Pianelli también ha trabajado con el equipo argentino de Copa Davis y en 1999 tuvo la oportunidad de vivir su primer Gran Slam en Roland Garros.

La labor de encordar una raqueta requiere de paciencia y precisión, y tiene como ayuda una máquina que tensa las cuerdas, aunque los detalles se hacen a mano y en promedio es una tarea de 20 minutos.

En una jornada de ocho horas, Pianelli y su equipo ponen a punto unas 120 raquetas, aunque en estos días la demanda los supera y extienden su horario para cumplir en Acapulco, que este año, entre individuales y dobles, ha reunido a unos cien tenistas.

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