Los Vigilantes y los Cardenales podrían iniciar el festival de carreras

  • El poder ofensivo de los bates de los Vigilantes de Texas y Cardenales de San Luis fue lo que les hizo posible llegar a la Serie Mundial que ahora disputan para decidir al nuevo campeón del béisbol profesional de las Grandes Ligas.

Arlington (Texas, EEUU), 22 oct.- El poder ofensivo de los bates de los Vigilantes de Texas y Cardenales de San Luis fue lo que les hizo posible llegar a la Serie Mundial que ahora disputan para decidir al nuevo campeón del béisbol profesional de las Grandes Ligas.

Sin embargo, los dos primeros partidos de la serie al mejor de siete, que disputaron en el Busch Stadium de San Luis, los grandes protagonistas han sido los lanzadores y los jugadores con sus acciones defensivas.

La gran esperanza es que a partir del tercer partido, que se disputa en el Rangers Ballpark, de Arlington (Texas), llegue de nuevo el protagonismo del bateo por parte de ambos equipos.

En el campo de los Vigilantes, donde se reanudará esta noche la serie, ambas novenas tratarán de volver a lo explosivo de su bate para romper el empate a 1-1 que señala actualmente la Serie Mundial.

Mientras que los Vigilantes, que anotaron un promedio de 6,5 carreras por juego en la serie por el banderín de la Liga Americana, los Cardenales pisaron la registradora en promedio de 7,2 veces por por partido dentro de la Liga Nacional.

En los primeros dos juegos de la Serie Mundial, ambos equipos solo fueron capaces para anotar ocho carreras, que se repartieron de forma equitativa.

La serpentina ha sido clave para poder mojar la pólvora, especialmente en el segundo juego a través del abridor zurdo, el mexicano Jaime García, que en siete episodios impuso su dominio para los Cardenales al no permitir ni una carrera de los Vigilantes.

Mientras que el derecho Colby Lewis, que lanzó seis episodios y un tercio con los Vigilantes cedió sólo una.

Pero las cosas podrían cambiar a partir del tercer partido, que se va a disputar en el campo de los Vigilantes, considerado como un parque especial para los toleteros.

La última palabra podrían tenerla los abridores del tercer partido, Matt Holliday, por los Vigilantes, contra Kyle Lhose, de los Cardenales.

Lohse viene de una campaña regular normal, mientras que su marca en la fase final tampoco es una garantía para los Cardenales.

En sus dos partidos de la fase final este año, Lohse tiene registro de 0-2 con 7,45 de promedio de efectividad, y en ocho apariciones en la competición de octubre desde el 2002, tampoco ha ganado con 0-4 y 5,09 de promedio de carreras limpias permitidas.

Lohse posee la segunda mejor marca en aperturas entre los lanzadores activos, con 298, pero no ha conseguido ni una victoria en la fase final.

Mientras que los Vigilantes saldrán con el zurdo de 26 años, Harrison, para el tercer juego.

Harrison tiene marca de 1-0 con 4,22 de efectividad en dos aperturas de fase final y una aparición como relevo, mientras que los toleteros que lo han enfrentado han logrado .225 de promedio de bateo.

El zurdo ha regalado seis pasaportes y ponchado a 12 en 10 entradas y dos tercios.

Ambos lanzadores se han mostrado confiados que pueden mantener en silencio a los bates de los Vigilantes y Cardenales, algo que tendría aun más valor, dado que el escenario del Rangers Ballpark, que también les va a ser adverso, cuando la pelota esté en movimiento por los hit que puedan pegar los toleteros.

Uno de los bates que pueden despertar será el del dominicano Nelson Cruz, que en la Serie de Campeonato frente a los Tigres de Detroit, fue el Jugador Más Valioso (MVP) al pegar seis imparables, incluido un gran slam.

Mientras que su compatriota, el primera base Albert Pujols, enfrentado con la prensa por haber abandonado el vestuario el pasado jueves sin querer hablar con los periodistas, también está preparado para ser el toletero que por décima temporada consecutivo logró 30 cuadrangulares y 100 carreras impulsadas.

Además, Pujols, que puede estar jugando los últimos partidos con los Cardenales, ya que se va a convertir en agente libre cuando concluya el "Clásico de Otoño", quiere romper la baja producción que tuvo en las dos primeras Series Mundiales que disputó.

Pujols, en el Clásico de Otoño con los Cardenales, tiene unos números muy pobres con sólo .222 de promedio de bateo después de pegar ocho imparables en 36 turnos al bate, un jonrón y dos carreras impulsadas.

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