Luis Suárez relata su calvario en un libro: "Fui tratado como un criminal"

    • Luis Enrique dijo en su primer entrenamiento que "por fin lo sacaron de Guantánamo para estar con nosotros".
    • El urugayo aún recuerda como tuvo que "firmar un contrato casi clandestinamente sin que llegara a ser un asunto público".
Luis Suárez, en uno de los prmieros entrenamientos con el Barcelona
Luis Suárez, en uno de los prmieros entrenamientos con el Barcelona

El futbolista uruguayo fichado este verano por el Barcelona relata en 'Mi vida, Luis Suárez', cómo se sintió este verano después de ser sancioado cuatro meses por la FIFA tras el mordisco a Chiellini. Cuenta que pasó un auténtico calvario más propio de una película que de la vida de un deportista de elite y cree que fue "tratado como un criminal".

Durante los cuatro meses que duró la sanción, Suárez tuvo que vivir apartado del fútbol: "Lo absurdo de la suspensión de la FIFA se volvió cada vez más evidente" y "tuvimos que planificarlo todo cuidadosamente ante el supuesto que los paparazzi o algún hincha me tomara una foto realizando alguna actividad remotamente relacionada con el fútbol".

El urugayo aún recuerda como tuvo que "firmar un contrato casi clandestinamente sin que llegara a ser un asunto público. Tuvo que planificarse meticulosamente todo para que nadie nos viera y no hubiera fotos. Había un plan de tres coches que salían desde tres salidas diferentes para el caso que la prensa hubiera sido alertada".

Desde que firmó con el Barcelona, Luis Suárez se instaló en la casa de sus suegros en Castelldefels, donde "ya me había acostumbrado a que todo fuera una operación encubierta. Salía de casa de mis suegros escondido dentro del coche para burlar a los paparazzi". Sabe que en el Mundial cometió "un error. Fue mi culpa. Era la tercera vez que me pasaba y necesitaba ayuda".

El vestuario le ha acogido con los brazos abiertos. Luis Enrique estaba ansioso porque Suárez pudiera entrenar con el equipo y en su primera aparición en la Ciudad Deportiva junto a sus compañeros, el asturiano fue tajante: "Bueno, ellos finalmente lo sacaron de Guantánamo para estar con nosotros en el entrenamiento. Todos aplaudieron al prisionero liberado y yo traté de no ruborizarme por ser el centro de atención".

Suárez quiere ser recordado por su fútbol y no por sus mordiscos. Asegura que tiene la confianza plena del club y que no existe ninguna cláusula 'antimordiscos: "Si hubieran puesto una cláusula de mordida, yo la habría firmado, por supuesto, pero no hubo tal falta de confianza en mí".



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