Messi, Sergio Ramos, Caballero, Iago Aspas y Medel

Roberto Morales

Madrid, 17 feb.-

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-- LEO MESSI

Devorador de récords, el mejor futbolista del mundo sigue inscribiendo su nombre entre leyendas. Su hambre no tiene límite. Da igual que el Barcelona tenga la Liga en el bolsillo, él siempre quiere más. En Granada dio el triunfo al líder y se convirtió en el cuarto jugador que hace más de 300 goles para un equipo en la elite en la Liga.

Messi se suma a Telmo Zarra, Alfredo Di Stéfano y Raúl González. Iconos. Había levantado el partido en Los Cármenes tras echarse una vez más al Barcelona a sus espaldas y el argentino acabó enfadado. Mató con la mirada a Tello en dos acciones en las que el canterano buscó el gol antes que la asistencia. Es la ley de Leo. Todos deben jugar para el mejor. El que siempre resuelve. El que siempre aparece. 37 goles en 24 jornadas. Histórico.

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-- SERGIO RAMOS

Se convirtió el defensa andaluz, capitán madridista ante la baja por lesión de Iker Casillas, en el protagonista del partido ante el Rayo tras marcar un gol de cabeza y ser expulsado en dos acciones separadas por un solo minuto de partido. Una falta a Leo Baptistao y una mano que cortó un centro significó una expulsión a los 17 minutos que puso fin a un derbi madrileño atractivo de fútbol hasta ese momento.

Ramos fue duro en sus críticas contra el arbitraje y eso nunca gusta al estamento arbitral. Siente que le tienen tomada la matrícula. Su salida del campo dejó otra imagen que dará que hablar. Pasó cerca de Mourinho y no hubo ni un gesto de ánimo. Ni una mirada. Contrastó con los abrazos del técnico portugués a los tres jugadores que fueron sustituidos en el partido. La disparidad de criterio del colegiado, que no castigó una posterior mano de Lass que habría sido su segunda amonestación, provocó la enérgica protesta de 'Mou' el día que cumplía cien partidos con el Real Madrid.

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-- WILLY CABALLERO

El portero menos goleado de la Liga BBVA dejó una nueva exhibición en La Rosaleda. Iker Casillas ya no es el único portero coreado por los aficionados al fútbol que acuden a un estadio. El público del Málaga se rinde a su arquero, sin comprender como sus paradas no le conducen a la titularidad de la selección argentina, ni siquiera a la llamada de la 'albiceleste'.

Caballero dejó paradas imposibles ante el Athletic Club de Bilbao. A Aduriz le hizo una que aparecerá en las mejores acciones de la temporada. Lanzándose abajo en un disparo a bocajarro. A Ibai le sacó dos con agilidad. Es un portero que da puntos. Levanta a su equipo en los momentos de duda y es clave en el mejor momento de la historia del Málaga.

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-- IAGO ASPAS

Pocas veces un entrenador habla con más franqueza que con la que lo hizo Paco Herrera en el Coliseum Alfonso Pérez cuando fue preguntado por Iago Aspas. Una vez más fue sustituido a las primeras de cambio y tuvo una explicación. "No está en la tierra, vive en una nube". El Celta le necesita y ha dejado de aparecer.

Considera el técnico que el elogio ha debilitado a su estrella. Iago conoce el interés de equipos importantes. Tiene prácticamente apalabrada su salida al Valencia y además recibe el elogio de la crítica por una acción de calidad. No es suficiente para Herrera. Ha perdido la continuidad de su jugador insignia. Seis semanas sin marcar. "Si alguien ha peleado por ese muchacho he sido yo. Si alguien ha trabajado por ese muchacho, he sido yo. Desde hace semanas, por desgracia, no es el mismo". Palabras desde el dolor de un técnico al borde del abismo.

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-- GARY MEDEL

Es el pulmón del Sevilla. Un futbolista que siempre va a la guerra cuando pisa un terreno de juego y que en la batalla se vacía para dar lo mejor de sí mismo. Ante un Deportivo de la Coruña tocado en su orgullo, Medel sumó llegada descolgándose en los metros finales con la precisión de un matador.

Hizo dos goles y pudieron ser tres, ya que desvió con el brazo el remate de Rakitic que rompió el partido. El chileno es uno de esos futbolistas que se gana a la grada por vivir el fútbol con intensidad. Referencia en la entrega, es la imagen de jugador a la que se agarra Unai Emery para una reacción que debe llevar al Sevilla a luchar por puestos europeos.