Míchel, el dinamitador de Campbell

  • Joel Campbell, jugador de Costa Rica, es una de las sensaciones de la selección revelación del Mundial. Curtido fuera de su país, en Francia y en España, ha sido en el Olympiacos griego, de la mano del entrenador español José Miguel González, "Míchel", donde por fin ha explotado hasta alcanzar su techo en un torneo plagado de focos.

Juan José Lahuerta

Salvador (Brasil), 3 jul.- Joel Campbell, jugador de Costa Rica, es una de las sensaciones de la selección revelación del Mundial. Curtido fuera de su país, en Francia y en España, ha sido en el Olympiacos griego, de la mano del entrenador español José Miguel González, "Míchel", donde por fin ha explotado hasta alcanzar su techo en un torneo plagado de focos.

Campbell es una de las grandes esperanzas de Costa Rica para doblegar a Holanda en los cuartos de final de la competición. En una cita histórica, el cuadro de Jorge Luis Pinto, compenetrado por un colectivo, tiene una pequeña figura que sobresale un punto por encima del resto de jugadores de campo y de quien se espera que continúe con su progresión para dar otra sorpresa.

Pero su llegada hasta este momento de aceptación mundial no ha sido fácil. Ha trabajado muy duro para conseguir alcanzar un estatus privilegiado dentro de Costa Rica. Es, junto a Keylor Navas, el futbolista más valioso del combinado centroamericano. Aunque todos están cumpliendo su papel a la perfección, Campbell es el más reconocido sobre el césped.

Ahora tiene sólo 22 años, pero desde hace tiempo da patadas a un balón por el fútbol europeo. En el Saprissa de su país, donde se formó hasta ser juvenil, dio el salto a Europa de la mano de Arsene Wenger, que se lo trajo muy joven al Arsenal como ya hizo en anteriores ocasiones con jugadores como Cesc Fabregas.

En 2011 firmó un contrato de cinco años con el club inglés, que, sin embargo, ha tenido que cederlo continuamente porque no consiguió un permiso de trabajo cuando llegó al aterrizó en el club londinense.

Primero en el Lorient francés y después en el Betis de Pepe Mel comenzó a mostrar su calidad. En la Ligue 1 jugó 27 partidos, firmó cuatro goles y su progresión se aceleró en España con dos tantos en 33 duelos en todas las competiciones. Con su calidad y velocidad fue uno de los protagonistas de la clasificación del Betis para la Liga Europa. Fue una de las piezas más importantes de aquel equipo que esta temporada, ya sin él, bajó de categoría.

Mientras sus compañeros sufrieron el amargo sabor del descenso, Campbell volvió a dar otro paso más adelante en su carrera. Y, de nuevo, al lado de un técnico español. Míchel le acogió en el Olympiacos, otra vez bajo el formato de cesión y esta temporada ha conseguido marcar las diferencias. En Grecia dio el salto definitivo para poder demostrar definitivamente que puede jugar en un equipo puntero. En Brasil simplemente ha dado continuidad a su progresión de este año.

Y es que Míchel es uno de los grandes culpables de la aparición definitiva de Campbell en el fútbol mundial. Conoce perfectamente sus cualidades y todo lo que necesita para darle confianza. No en vano, en su etapa de futbolista, llegó a ser uno de los mejores extremos de Europa. Por eso, sabe todo lo que tiene que darle a un jugador zurdo, habilidoso, con buen disparo y con desborde.

Desde que llegó a Grecia, Míchel no dudó en darle la titularidad a su nuevo jugador. Al final del curso, se convirtió en el futbolista de la plantilla con más minutos, alcanzando los 2.715. Sólo el portero español Roberto Jiménez, con 3.003, superó la marca del costarricense.

Campbell correspondió a su técnico en el campo. Allí es donde habló. En 42 partidos firmó nueve asistencias y once goles, cifras más que respetables teniendo en cuenta que incluyen una competición de primera como la Liga de Campeones, donde asombró con un soberbio golazo al Manchester United.

El Mundial ha sido su confirmación. Lo arrancó como terminó la temporada, con una actuación sobresaliente ante Uruguay, que recibió tres tantos, uno de ellos de Campbell. En los siguientes partidos fue un incordio constante para las defensas de Italia, Inglaterra y Grecia.

Y Wenger no está ciego. Ya ve a su jugador listo para dar el salto a la Premier. Por eso, lo más seguro es que lo recupere para la próxima temporada. Sería una pieza muy interesante en su equipo, que adolece de un jugador de sus características. Mientras, el Olympiacos de Míchel llorará la perdida de su jugador, uno de los mejores de su plantilla. Aún así, su entrenador tendrá el honor de ser quien dinamitó a Campbell, que ya está listo para explotar. Holanda confía en no sufrir las consecuencias.

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