Müller destroza a Portugal con un hat-trick y Cristiano Ronaldo sigue perdido

    • Alemania da un golpe de la mesa y se significa como el rival a batir en Brasil 2014.
    • El delantero portugués del Real Madrid sigue en el diván. Jugó un partido anónimo dentro de una selección vulgar.
4-0. Muller y Pepe arruinan el estreno de Cristiano Ronaldo
4-0. Muller y Pepe arruinan el estreno de Cristiano Ronaldo
Iñaki Angulo

Donde lo dejó hasta que España se impuso ante ellos en las semifinales de Sudáfrica, después de goleadas a Inglaterra (4-1) y Argentina (4-0), retomó la brillante Alemania su andadura en un Mundial que aspira a conquistar. De lo que se ha visto hasta ahora, con todas las favoritas ya en liza, la selección de Joachim Low es la que mejor nivel ha demostrado en Brasil. Müller, que fue Bota de Oro hace cuatro años y que se perdió por sanción el partido de semifinales ante la selección, volvió a ser con tres goles el líder de un equipo y un país que se sabe a los pies de su momento después de 24 años.

Tiene todo Alemania para creerse en condiciones perfectas de añadir su cuarta estrella. Este equipo amalgama una dosis perfecta de experiencia, juventud y hambre. Mucha hambre. La que ha acumulado después de encadenar cuatro grandes torneos alcanzando al menos las semifinales. Esta generación, propulsada por el caciquismo de Joachim Low y liderada en el campo por la fenomenal hornada de centrocampistas y mediapuntas (Gotze, Ozil, Müller, Kroos, Draxler, el ausente Reus o el reconvertido Lahm) ha cambiado la manera de concebir el fútbol en Alemania, donde soplan otros vientos y ahora, con la irrupción de esta selección, que es el fruto de un trabajo que se inició en la Federación Alemana y en las escuelas de fútbol hace casi tres lustros, se prioriza el talento por encima del músculo.

En su debut en el Mundial, fue impresionante la actuación de Kroos, el volante que supuestamente quiere abandonar el paraguas de Guardiola. Escoltado por Khedira, que lució mejor que en la final de la Champions, dio un recital de cómo un volante tiene que jugar. Casi siempre movió el balón a un toque o dos, batió líneas de presión con misiles dignos del mejor Xabi Alonso e hizo gravitar a todo el equipo. Le costó un poco más a Lahm, atorado en tres ocasiones que propiciaron el poco peligro que llevó una gris Portugal, un extraviado Cristiano. Tiene recorrido este Kroos y habilidad para pensar rápido no sólo en la medular, sino también cuando alcanza el balcón del área. Allí mezcló bien con Ozil, acostado casi siempre en la banda derecha. Más movilidad tuvieron Gotze, a veces incluso en la posición del nueve y un Müller fenomenal, indetectable para los defensas hasta que aparece para ajusticiar al portero.

En este viaje lleva Alemania desde 2010. Aunque ya pisó la final de la Eurocopa dos años antes, fue Sudáfrica donde se alumbraron Ozil, Kroos o Müller. Qué futbolista el delantero del Bayern, un jugador que en sí mismo mezcla todas las virtudes del fútbol alemán moderno. Es inteligente para moverse entre líneas, interpreta el juego de falso delantero a la perfección y tiene colmillo para marcar goles. Sus tres tantos destrozaron a una Portugal vulgar. En los seis partidos que ha disputado en la fase final del Mundial ya suma ocho tantos. Con él, Alemania es invencible.

Aunque todavía es un equipo al que se le intuye recorrido y el semillero alemán cada vez es más prolífico a la hora de producir talento, Brasil parece el 'ahora o nunca' para un equipo fenomenal pero que hasta ahora no ha sido capaz de competir con rotundidad llegado el día clave. Si la derrota ante España en el Mundial de Sudáfrica entraba dentro de lo previsible, el patinazo hace un par de años en semifinales de la Eurocopa a manos de Italia sí fue más doloroso. En Brasil 2014, Alemania empezó asustando a sus rivales, con un Müller pletórico. A este paso, el máximo goleador de la historia de los Mundiales volverá a ser alemán y no será Klose, inédito ante Portugal.Cristiano sigue en el diván

No 'estuvo' en la final de Lisboa, y tampoco apareció en el horroroso debut de Portugal en el Mundial 2014, que devino en una apabullante derrota ante Alemania. Cristiano Ronaldo sigue en el diván, incapaz de imponer su zancada de velocista o su disparo de francotirador. La estrella del Real Madrid volvió a parecer un hombre atribulado, como incapaz de entender por qué sus piernas no responden a los estímulos de los neurotransmisores después de 23 días de barbecho. Aunque lo intentó siempre, Ronaldo pasó por el encuentro sin significarse.

Una simple jugada, ya con el partido decidido, puede ilustrar lo que vive Ronaldo. Ocurrió cuando el fenómeno portugués resolvió unilateralmente probar su pierna en una falta desde casi cuarenta metros. Alemania, despreocupada, sólo colocó a Lahm a modo de señuelo. Desde atrás, la cámara ofrecía un campo despejado para Cristiano, que si bien se aventaba a un gol imposible, sí podía buscar la portería. Su disparo, que no cogió ni vuelo, se estrelló con Lahm, que era un llanero solitario como parapeto.

Desde marzo, cuando los problemas en la parte posterior del muslo y en el tendón rotuliano de la rodilla empezaron a torturarle, Cristiano lucha contra la ciencia. Es un futbolista que, muy limitado físicamente, intenta seguir dominando los partidos desde su voluptuosidad. Y no es capaz. Cada vez que encaró a los defensores alemanes, salió perdedor. Tampoco le ayudó la vulgaridad de la mayoría de sus compañeros. Portugal es un equipo aguerrido, que generalmente compite bien y que es ordenado. Frente a Alemania, ninguno de esos pilares sujetó al equipo y todas los problemas del equipo quedaron desenmascarados. Cristiano Ronaldo lo vivió con desesperación, entre protestas al árbitro y desaires. El actual Balón de Oro no se encuentra.

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