Nadal, a dos pasos de su sexto Roland Garros

Nadal lo tiene a dos pasos. Cualquiera lo diría viendo el juego del número uno del mundo en su debut en París ante el gigantón John Isner. El español necesitó consumir los cinco sets del choque para no decir adiós a su torneo fetiche a las primeras de cambio. Del Rafa arrasador en la tierra sin noticias. Nada cómodo en la arcilla parisina, la que siempre pareció su casa desde que, a nivel profesional, la pisase por primera vez allá por mayo de 2005 y donde derrotó en tres sets a Lars Burgsmuller.

El mal rato ante el americano, más de cuatro horas, continuó en el enfrentamiento posterior ante Pablo Andújar. No por el marcador, sino porque no se veía a Nadal sólido y seguro con su derecha, y se le veía sufrir en la tierra de París como nunca antes lo había hecho. El de Manacor reconocía tras los encuentros que mucho tendría que mejorar para ganar Roland Garros. No fue el único, también lo dijo su tío, y entrenador, Toni.

Antonio Veic e Ivan Ljubicic fueron las siguientes piedras de toques en el camino de Nadal. Rafa pudo pulirlas pero fue incapaz de sacarles brillo. Quizá el primer choque ante el joven croata fue de los más sencillos viendo el marcador. Y el segundo, ante el veterano croata, algo más complicado pero con el pase a cuartos en la mochila. Las dudas seguían en la cabeza de Rafa. Y de los aficionados.

Al tenista español le llegaba en un momento complicado uno de los rivales con quien peor recuerdo tiene de París: Robin Soderling. El sueco fue el único que ha conseguido que Nadal mordiese el polvo parisino. Fue en 1/16 de final y en 2009, cuando en cuatro mangas acabó con el reinado de Rafa en Roland Garros, que sumaba 31 partidos consecutivos sin conocer la derrota.

Mejor servicio y menos errores

Pero el de Manacor resurgió de sus cenizas en el instante necesario. En un buen partido se llevó por delante a un Soderling que en ningún momento dio sensación de poder poner en apuros al número uno del mundo. La victoria en tres sets sobre el sueco se cimentó en un mayor acierto en el primer saque (77%) que en rondas anteriores. Y, sobre todo, en los 13 errores no forzados que cometió, muy lejos de los 27 que hiciese ante Isner.

El viernes se las verá ante Andy Murray. El escocés se queja desde el inicio del torneo de problemas en su tobillo pero ha ido pasando rondas como si estuviese al cien por cien. El último cara a cara entre ambos fue en Montecarlo, también en la penúltima ronda, y la victoria se decantó del lado español en tres sets. Será el primer obstáculo de Rafa.

El otro sería el domingo. El rival saldrá del encuentro entre Novak Djokovic y Roger Federer. El serbio está imparable e imbatible esta temporada y ya toca con la palma de sus manos el número uno de la ATP. El suizo, por su parte, está cuajando un torneo perfecto sin haber cedido ni un solo set.  A uno le tiene comida la moral, a Federer. Otro se la tiene comida al español, Djokovic. Nadal está a dos pasos de su sexto Roland Garros.