Nigeria: las Águilas Verdes reemprenden el vuelo

  • Después de un largo período de ostracismo la selección de Nigeria, las Águilas Verdes, ha logrado reemprender el vuelo, reubicarse en la vorágine de la competición y asumir el peso del respeto ganado con el triunfo en la Copa de África.

Santiago Aparicio

Madrid, . jun.- Después de un largo período de ostracismo la selección de Nigeria, las Águilas Verdes, ha logrado reemprender el vuelo, reubicarse en la vorágine de la competición y asumir el peso del respeto ganado con el triunfo en la Copa de África.

El éxito en Sudáfrica 2013 ha devuelto al equipo de Stephen Keshi a la primera plana del fútbol internacional. Su participación en la Copa Confederaciones, comprometido como representante del fútbol africano, supone su nueva estancia al lado de la elite.

Keshi ha logrado rentabilizar la reconversión que ejecutó en el equipo nacional en su llegada al cargo. Cuando tuvo que dejar de lado a las estrellas que otrora hicieron de Nigeria el asombro del concierto internacional.

La selección nigeriana, entonces, se descolgó del crecimiento evidenciado por el fútbol africano. Se quedó al margen de las fases finales de la Copa África 2012, por primera vez desde Egipto 1974, y del Mundial de Alemania 2006. No faltaba a una cita mundialista desde Italia 1990.

En Sudáfrica obtuvo, meses atrás, su tercer título en la Copa de África tras los de 1980 y 1994, cuando rentabilizó el talento generacional que descubrió jugadores reputadas que hicieron historia en su país. Ese éxito le llevó a formar parte por primera vez del cartel de la Copa Confederaciones.

Keshi tiró de jugadores de la Liga Nacional en lugar de veteranos inamovibles y desvestido del papel de favorito superó a cada uno de los adversarios que encontró por el camino. Especialmente en la final de Johannesburgo, contra Burkina Faso o, antes, contra Costa Marfil.

La presencia de esos jóvenes se mantendrá en el torneo de Brasil aunque sin despreciar la experiencia de los grandes nombres afincados en competiciones extranjeras, de mayor nivel.

Pero es el espíritu de equipo el que sostiene al cuadro de Keshi, que en la Copa África contó con solo dos jugadores mayores de veinticinco años. Uno de ellos es John Obi Mikel, líder de las Águilas. El centrocampista del Chelsea, que hasta hace poco no había logrado asentarse en el equipo nacional, es ahora una piedra angular en el proyecto de Keshi. Igual que su compañero de equipo Victor Moses.

Además, sobresale en la selección de Nigeria, encuadrada en la Copa Confederaciones con España, Uruguay y Tahití, el delantero Emmanuel Emenike, central del Celtic Efe Ambrose, que fue el máximo goleador de la última Copa de África.

Estos jugadores han recuperado la impronta que tiempo atrás asumieron históricos como Mudashiru Lawal, Jay-Jay Okocha, Nwankwo Kanu, Finidi George, Rashidi Yekini, Stephen Keshi o Daniel Amokachi.

Sobresaliente habitual en las categorías inferiores, previas a la irrupción en el fútbol internacional, como demuestran sus éxitos olímpicos en Atlanta 1996, donde fue oro o en Pekín 2008, cuando obtuvo la plata, impulsado por los jóvenes que lograron triunfar en los Mundiales sub 17 de 1985, 1993 o 2007, aspira a reafirmar su condición de animador en las grandes cintas.

Arrancará contra Tahití en la Copa Confederaciones. Y después se medirá a Uruguay antes de cerrar la primera fase contra España, campeón del Mundo y de Europa.

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