Pamplona.- Osasuna, caído a los infiernos tras la derrota del pasado domingo en Riazor, ha aprobado con nota la reválida del doble compromiso de esta semana en el Reyno de Navarra, tras clasificarse para los cuartos de final de la Copa del Rey y ganar después de tres meses en casa en Liga frente al Espanyol.
La derrota y la imagen ofrecida hace una semana en Coruña supuso un punto de inflexión en el equipo, además marcado por las declaraciones de José Antonio Camacho en las que decía que se veía incapaz de motivar a los jugadores para ganar.
Declaraciones matizadas después a lo largo de la semana al decir que se refería exclusivamente al partido contra el Deportivo, si bien el técnico murciano no pudo controlar el revuelo levantado en el entorno 'rojillo'.
La doble cita en Pamplona ante el Hércules, en Copa del Rey, y contra el Espanyol, un rival directo en la Liga, se presentaba clave para el futuro inmediato del equipo pamplonés, que ha salido reforzado de este clima de agitación con dos victorias.
La conseguida ante el Hércules (1-0) no aparcó de todos modos las dudas sobre el equipo, ya que se pudieron escuchar algunos pitos en el estadio en torno al juego de Osasuna, que se enfrentó al líder de Segunda con muchos suplentes.
La genialidad del iraní Masoud Shojaei, en una acción puramente personal, le bastó a Osasuna para eliminar al conjunto alicantino, que además pagó el gol encajado en la ida en el Rico Pérez por Jorge Galán.
El compromiso ante el Espanyol pintaba incierto para la capacidad de los 'rojillos' de batir a un rival directo en la lucha por la permanencia, además tras llegar a este choque con una racha negativa de una sola victoria en las diez últimas jornadas y las últimas cuatro sin marcar gol.
Sin embargo, Osasuna arrolló al cuadro barcelonés en una primera parte con buen fútbol y definición y, de hecho, marcó los dos goles del triunfo en los nueve primeros minutos, curiosamente, marcados por dos ex jugadores del Espanyol: el alicantino Juanfran Torres y el uruguayo Walter Pandiani.
El reencuentro del atacante charrúa con el gol es especialmente importante para Osasuna, ya que Pandiani no marcaba desde finales de octubre y, aunque estuvo de baja por lesión el mes de diciembre, sus goles (ya lleva 7) son fundamentales para el equipo.
La victoria contra el Espanyol (2-0), la primera en casa después de tres meses, alivia la clasificación para Osasuna y, sobre todo, le confraterniza de nuevo ante una afición que, en parte, le silbó ante el Hércules, aunque ayer el estadio acabó haciendo la ola.
Osasuna finalizó ayer sus compromisos en casa de la primera vuelta con un balance de únicamente 3 victorias de 9 partidos (Sporting, Atlético de Madrid y Espanyol), aunque lo cierto es que los navarros han recibido en el Reyno en esta primera fase a todos los grandes.
De ellos, sólo ganaron en Pamplona el Sevilla (0-2) y el Valencia (1-3), pero no pasaron del empate el Villarreal (1-1), el Barcelona (1-1) y el Real Madrid (0-0).
Con 20 puntos en su casillero, "un cifra bonita" en opinión de Camacho, Osasuna tiene opciones de finalizar la primera vuelta con unos números esperanzadores si gana el próximo domingo en Chapín ante el colista Xerez, para encarar con mayor optimismo una segunda vuelta en la que deben pasar por Pamplona los rivales directos.
Antes de la visita a Jerez, el conjunto 'rojillo' afrontará el jueves el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey frente al Racing en Santander, donde esta temporada se le escapó la victoria en Liga en el minuto 94 (1-1), a finales de octubre.
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