Paraguay no convence pero hace los deberes

  • Paraguay sacó de la galera una pírrica victoria 2-1 sobre Bolivia y su público estuvo al borde del paroxismo por un imprevisto marcador adverso (0-1) en el partido que ambos equipos disputaron en Asunción por la cuarta fecha de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Rusia-2018.

El desencanto de los aficionados se contuvo con los dos goles anotados casi inmediatamente después de la conquista boliviana a los 59 minutos por intermedio del delantero Yasmani Duk.

El ariete Darío Lezcano, dos minutos más tarde, y Lucas Barrios, otros tres después, se encargaron de acallar los murmullos y el sentimiento de derrota que se había apoderado de los cerca de 18.000 espectadores que se dieron cita en el estadio Defensores del Chaco.

Paraguay venía de otro desengaño en Lima, donde Perú lo derrotó con el solitario gol de Jefferson Farfán luego de arrastrar comentarios no muy favorables a pesar de su victoria, casi fortuita, sobre Venezuela 1-0 y el empate sin goles con Argentina, de local.

El técnico argentino Ramón Díaz intentó reducir el impacto de las críticas al exhortar a la afición a disfrutar del triunfo.

"El pueblo paraguayo tiene que tener tranquildiad y el periodismo tiene que tener paciencia", dijo.

"Vamos por el camino que queremos hacer, despacito y sumando puntos", agregó.

En cierto sentido las estadísticas le dan la razón porque en la anterior eliminatoria la selección solo había sumado 4 puntos al finalizar la cuarta fecha. "Hoy estamos entre los cuatro primeros", remarcó.

Sin embargo, Paraguay no clasificó y quedó último junto con su rival de este martes, lo cual alienta el pesimismo.

Díaz instó a disfrutar del momento. "No olviden que la pasaron muy mal", advirtió el adiestrador.

En sus palabras, muchos leen soberbia.

Los especialistas acusan ausentismo de fútbol, equivocación en la elección de los jugadores adecuados para partidos como el disputado contra la selección del Altiplano y falta de un liderazgo conductor que alimente el ataque.

El ingreso del corpulento delantero boliviano Yasmani Duk complicó aún más el panorama de los guaraníes en el segundo tiempo tras desaprovechar tanto monopolio del balón en la primera fracción.

Duk hizo tambalear y estuvo a punto de pintarle la cara a la Albirroja, que además se salvó por un pelo de un penal reclamado por los bolivianos por una supuesta falta contra el atacante.

Este ingresó solo en un mano a mano con el portero Antony Silva y tuvo un roce con el defensa Celso Ortiz a la entrada del área. El árbitro venezolano José Argote consideró que el jugador se lanzó "a la piscina" y no concedió siquiera un tiro libre.

El técnico boliviano Julio Baldivieso consideró que su equipo fue perjudicado por el arbitraje.

Varios especialistas describieron al equipo de Díaz como flemático, híbrido, sin convicción, lejos de la "garra guaraní" que caracteriza a la selección paraguaya tradicional.

Algunos le pidieron a Díaz que se fije en la solidez de Uruguay (venció 3-0 a Chile) que consigue resultados con fuerza, garra y mística, aún sin la presencia de su principal estrella Luis Suarez.

"Tenemos que mejorar mucho todavía", sostuvo el defensa y capitán Paulo Da Silva.

En el próximo combo, por la quinta y sexta fechas, a la Albirroja le espera en marzo la sensación de la eliminatoria, Ecuador (en Asunción), único equipo que sumó los 12 puntos jugados hasta ahora, y después irá de expedición a Brasil.

Son los dos compromisos más duros de esta primera rueda, que pondrán a prueba la real dimensión del equipo de Díaz en el largo camino para llegar a Rusia-2018.

hro/prz

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