Pau Gasol demuestra ante Irán que no quiere volver a fallar en España

Pau Gasol está con los cinco sentidos en el Mundial y esa es la mejor noticia para España. El mejor jugador de la selección tenía claro que quería estar en la cita mundialista por varios motivos, el mayor, que puede ser su último gran torneo de selecciones.

Su último año en los Lakers no fue nada fácil, pero cuando se pone la camiseta de España se sabe capitán, lider y tiene voz y voto en la pista y en el banquillo para demostrar que está recuperado mentalmente para la batalla contra sus 'compatriotas' de la NBA.

Su talento sigue intacto a pesar de que tiene 34 años y es que la clase nunca se pierde. Su sola presencia en la pista amilana a los rivales y levanta a los aficionados de los asientos. Su primer verdugo en el Mundial ha sido Irán.

La baja de Ibaka de última hora y la ya consabida de Felipe Reyes obligó a los hermanos Gasol a jugar más minutos de los esperados antes del comienzo del torneo ante selecciones menores. Pau anotó 33 puntos sin despeinarse, apunta a ser el máximo anotador del torneo y además cogió 18 rebotes.

Es uno de los mejores jugadores del Mundial y su impacto es brutal tanto dentro como fuera de las pistas, donde demuestra sus galones. Si un compañero se relaja es el primero en echarle la bronca, si realiza una gran jugada, el primero en levantarse para aplaudir.

Pau está en un tramo de su carrera en el que conoce y entiende el juego a la perfección. Siempre encuentra el mejor hueco bajo el aro para revolverse y hacer daño a sus defensores a pesar de que le falta la chispa que tienen los jugadores jóvenes. Sabe que es su momento.

El momento de quitarse las dos espinitas que aún tiene clavadas. No pudo estar en la final de 2006 en la que España ganó el Mundial y falló el tiro decisivo en el europeo de 2007 que nos hubiera dado el oro. Pau, que siga la festa.