Pinto da Costa celebra tres exitosas décadas al mando del Oporto

Lisboa, 17 abr.- Nuno Pinto da Costa (Oporto, 1937) celebra hoy tres décadas como presidente del Oporto, un periodo repleto de rotundos éxitos -situó al club en la vanguardia europea-, pero también salpicado de polémicos episodios con la Justicia.

Tan odiado como amado, el mandato de Jorge Nuno de Lima Pinto da Costa es uno de los más longevos y exitosos de las últimas décadas en el fútbol europeo y compite con el del italiano Silvio Berlusconi, laureado presidente del Milan desde hace 26 años.

"Si quieres un Oporto fuerte en Europa, vota Pinto da Costa", rezaba el eslogan con el que se aupó en 1982 a la dirección de la entidad norteña, hasta entonces considerada un club de provincias que vivía a la sombra del todopoderoso Benfica.

Dicho y hecho. Tres décadas más tarde los 54 trofeos en el área de fútbol unidos a los cerca de 100 cosechados en las modalidades de hockey patines, baloncesto, balonmano y voleibol han convertido al Oporto en el dominador de Portugal de las últimas tres décadas y en uno de los clubes más respetados internacionalmente.

Especial brillo dieron los 18 entorchados ligueros, las dos Copas de Europa ganadas en 1987 y 2004 -ésta última con José Mourinho al mando-, la extinta UEFA (2003) -también con Mourinho-, una Liga Europa (2011) y una Intercontinental (2004).

A la par de sus sonados logros deportivos se situaron los económicos.

El presidente del Oporto, que comenzó a colaborar con el club norteño en la década de los 60 en la secciones de hockey y boxeo, se reveló como un hábil negociador al comprar a precio de ganga jugadores poco conocidos para venderlos posteriormente por millonadas.

En los últimos diez años obtuvo extraordinarias plusvalías al ingresar más de 200 millones de euros en ventas como las de los brasileños Anderson (Manchester United) y Deco (Barcelona); el colombiano Radamel Falcao (Atlético de Madrid); y los portugueses Pepe (Real Madrid), Bruno Alves (Zenit) y Bosingwa (Chelsea).

Sin embargo, su nombre estuvo asociado a oscuros casos de sobornos a árbitros lusos a comienzos de la década de 2000 (proceso "Silbato de Oro") de los que fue exculpado por la justicia ordinaria en 2009, a pesar de ser condenado anteriormente por la justicia deportiva.

Sus dardos dialécticos, especialmente dirigidos a su enconado rival, el Benfica, es otro de los principales rasgos del dirigente, quien ha saltado a las portadas de la prensa rosa portuguesa por sus controvertidas separaciones y por mantener relaciones sentimentales con mujeres décadas más jóvenes que él.