(Previa) Sagan reta a Cancellara y Boonen por ser el señor del 'infierno del Norte'

(Previa) Sagan reta a Cancellara y Boonen por ser el señor del 'infierno del Norte'
(Previa) Sagan reta a Cancellara y Boonen por ser el señor del 'infierno del Norte'
EUROPA PRESS
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El 'infierno del Norte', como es conocida esta durísima prueba, es el tercero de los 'Monumentos' del ciclismo mundial, tras la Milán-San Remo y el Tour de Flandes, este última ya con en el palmarés del actual campeón del mundo al que el maillot arcoiris parece que le sienta de maravilla y que ha despertado todas sus cualidades.

El talentoso centroeuropeo se ha quitado un peso de encima con su oro mundial, librándose de todas esas etiquetas de 'segundón' por sus innumerables segundos puestos. Ahora, faltaba por ver si en este 2016 por fin podría ganar otras pruebas de un día de nivel y, de momento, ha encadenado dos consecutivas, la Gante-Wevelgem y el Tour de Flandes, victorias que han aumentado su autoestima y que le hacen plantarse en la París-Roubaix como un serio candidato para sumar un 'hat-trick' excepcional.

Y frente a él como hace una semana, Fabian Cancellara y Tom Boonen. El suizo corre por última vez una de sus carreras predilectas, donde se siente a las mil maravillas y que ha ganado ya en 2006, 2010 y 2013, por lo que querrá unirse al grupo de los tetracampeones de la 'clásica'. El pasado domingo ya estuvo en la pelea.

En este grupo está precisamente otro veterano como el ciclista belga del Etixx-Quick Step. Campeón en el velódromo de Roubaix en 2005, 2008, 2009 y 2012, Boonen aspira también en los albores de su carrera a convertirse en el único con cinco triunfos, un hito difícil de superar.

Este trío será principalmente el que atraiga toda la atención de una carrera que pone fin al tramo de temporada del pavé y que además podría ver aumentada su dureza hasta el extremo si se cumplen las previsiones de una mala meteorología este domingo, algo habitual y que hace de ella el mencionado 'infierno'.

En total, los más valientes tendrán que afrontar 257,5 kilómetros hasta la icónica llegada en el velódromo y con 27 tramos de pavé que superar, es decir más de 50 kilómetros, donde el barro puede jugar un factor más. El paso por el Bosque de Arenberg y el de Carrefour de l'Arbre, más decisivo por su cercanía de la meta, son los dos más importantes de la prueba.

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