En 1902, el 'Madrid Fútbol Club' acaba de crearse. Se enfrenta por primera vez al Fútbol Club Barcelona en semifinales de las Copa de la Coronación, que se convertiría después en la Copa del Rey. El Barça, fundado en 1899 y con más experiencia, se impone 3-1 en Madrid.
El resultado más abultado en la historia de estos enfrentamientos se dio en los años siguientes a la Guerra Civil española (1936-1939): el Barça encajó un 11-1 en el campo del Real Madrid en semifinales de la copa del Generalísimo, nombre de la Copa del Rey durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975). La prensa tensa el encuentro durante la semana anterior al partido, que se desarrolló en medio de ambiente muy bronco y desembocó en un resultado inusualmente amplio.
En los años 1950, Alfredo Di Stéfano (1926-2014) tendría que haber brillado con la camiseta del Barcelona, que tenía una opción sobre el traspaso del mítico delantero argentino. Pero, el Real Madrid ganó el pulso jurídico, con una pequeña ayuda de la federación española. Como resultado, la 'Saeta rubia" llevará al Real Madrid a ganar cinco Copas de Europa y alimentará la decepción del Barça, que cayó 5-0 con un doblete de Di Stéfano en su primer clásico en octubre de 1953.
Tras una polémica derrota 2-0 en la Copa, el enfado en Barcelona era mayúsculo antes de recibir al Madrid en el partido de vuelta (1-1). El club azulgrana se adelanta en el marcador, pero el árbitro Emilio Guruceta concede un controvertido penalti para los blancos y pasa a la posteridad. Exasperados, los miles de aficionados catalanes lanzan sus almohadillas al campo y acaban por invadir el terreno de juego.
El Camp Nou acoge como un traidor al portugués Luis Figo, traspasado del Barça al Real Madrid de Florentino Pérez en 2000. Silbado y abucheado, el primer 'galáctico' no pudo ni tirar un córner ante la lluvia de objetos que caía de la grada, entre ellos, una cabeza de cochinillo. El árbitro interrumpe unos instantes el partido, que se reanudó poco después. El resultado fue prácticamente anecdótico: 0-0.
Los clásicos disputados durante la era del técnico José Mourinho en el Real Madrid (2010-2013) alcanzaron por momentos grandes picos de tensión. En esos años, el Barça del entrenador Pep Guardiola (2008-2012) domina el fútbol: triunfo 6-2 en el Santiago Bernabéu el 2 de mayo de 2009 y 'manita' (5-0) en el Camp Nou en el primer clásico de Mourinho el 29 de noviembre de 2010. Cuatro partidos consecutivos en la primavera de 2011 elevaron la tensión y el verano siguiente, el entrenador portugués se excede: agredió a Tito Vilanova, entonces segundo de Guardiola, metiéndole un dedo en el ojo, en una acción que ha quedado como símbolo de una atmósfera irrespirable.
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