El lunes no fue un buen día para Ronaldo. Tuvo que viajar a Zúrich para asistir a la gala de la FIFA, donde su 'enemigo' por ser el mejor jugador del mundo, Leo Messi, fue premiado con el máximo galardón a nivel individual que puede recibir un futbolista. El portugués pasó un mal rato porque no fue el protagonista, no fue él quien recibió los elogios y los premios, su ego no fue recompensado.
Los que conocen a Cristiano Ronaldo aseguran que vive por y para ser el número uno, y verse relegado de la terna de candidatos a los galardones no hace sino motivarle aún más. Cuando fichó por el Real Madrid en el verano de 2009 ni por asomo imaginaba que tendría una temporada tan negativa, sin ningún título que celebrar con su club y eliminado en octavos de final del Mundial de Sudáfrica con Portugal. Una campaña que, desde que en la pretemporada se puso a las órdenes de Mourinho, se ha propuesto desterrar de su memoria.
Precisamente, de las pocas cosas positivas que sacó de Zúrich el luso fueron unas palabras de elogio de su entrenador, en las que su compatriota aseguraba que tendría que acabar su carrera con "cuatro o cinco balones de oro". Mourinho ha supuesto un estímulo más para Ronaldo: estar a las órdenes del que para él es el mejor técnico del mundo, el que más rendimiento saca de sus jugadores, el único entrenador que asegura títulos,… No quiere dejar pasar la oportunidad de hacer historia junto a él.
En año sin Eurocopa ni Mundial, lo importante son los clubes
El Balón de Oro concedido a Messi también ha reafirmado en Cristiano Ronaldo una idea: de cara a los premios, y en concreto a este galardón, las actuaciones individuales, los grandes partidos ante grandes rivales, son las que se tienen en cuenta. El '7' blanco quiere poder disputar esta temporada esos encuentros importantes, quiere jugar la Final de la Copa del Rey y pelear por la Champions, además de ser decisivo en un partido ante el Barcelona, una de sus tareas pendientes. Busca estar este 2011 en los escenarios y los días donde se diluciden los títulos, y ser protagonista.
Su carrera por el FIFA Balón de Oro del próximo año comienza ya, y la primera oportunidad que tiene Ronaldo para "lucirse" y ayudar a su equipo es ante el Atlético de Madrid, donde le esperan de dientes por la espaldinha del duelo liguero. Y el Bernabéu, tras su exhibición del pasado domingo ante el Villarreal, espera que el portugués desfogue su ansia ante el vecino rival, allanando el camino hasta las semifinales.
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