La selección inglesa en su mejor momento en los últimos años

Desastrosa en el Mundial de Brasil-2014, Inglaterra ha renacido en una fase de clasificación a la Eurocopa en la que sus partidos se cuentan por victorias en un Grupo E, eso sí bastante asequible, con diez triunfos.

Ese recorrido no lo acaba de colocar como favorito al triunfo en la Eurocopa, pero intriga sobre cuál será su medida con un equipo rejuvenecido y prometedor, sobre todo en el centro del campo y la delantera.

En la Eurocopa debería clasificarse a octavos en su grupo que comparte con Rusia, Gales y Eslovaquia, donde le esperaría un partido asequible contra un tercer clasificado de otra llave.

Las dificultades de verdad comenzarían en cuartos de final, donde se podría ver las caras, siempre que termine primero del Grupo B, contra Portugal, Italia o Bélgica, donde se verá su verdadero potencial, pese a la euforia de la fase de clasificación.

En el cargo desde 2012, el técnico Roy Hodgson ha sobrevivido a un recorrido poco convincente, tras la eliminación en cuartos de final en la Eurocopa-2012, y en la primera fase del Mundial-2014, acelerando el cambio generacional. Políglota y con experiencia en varios países, este caballero de 68 años evita las tormentas con flema británica.

Con 30 años, Wayne Rooney es el último de los Mohicanos en este equipo en el que se encuentra desde 2003. El delantero del Mánchester United tiene de 110 partidos internacionales y se hizo recientemente con el récord de goles marcados con la selección (52).

Determinante en la fase de clasificación, busca su primer título internacional, pero dos meses de ausencia, de mediados de febrero a mediados de abril, debido a una lesión en una rodilla, pusieron en duda su estatus de intocable, con la emergencia de Harry Kane (Tottenham) y Jamie Vardy (Leicester).

Inglaterra ha recuperado la confianza con su recorrido perfecto en las eliminatorias. A ello se une la gran riqueza ofensiva que posee y la frescura que tiene el equipo con la llegada de una nueva generación.

Entre sus puntos débiles destaca una defensa que no está al mismo nivel que las otras líneas y su complejo de inferioridad contra las selecciones grandes tras tantos años de sequía, sobre todo a la hora afrontar las series de penaltis, una cierta inexperiencia de sus jugadores a nivel internacional y dificultades para encadenar dos grandes partidos seguidos.