Sin rastro del Inter en la Copa de Europa durante cuarenta años

  • Milán (Italia).- El Inter de Milán y el FC Barcelona, que se juegan en una de las semifinales de la Liga de Campeones asaltar la final de Madrid del 22 de mayo, lo hacen con aspiraciones muy diferentes, la de los italianos, sin duda, volver a ser alguien después de cuarenta años.

Barça e Inter reviven un pulso que ya le ganó Guardiola a Mourinho
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Milán (Italia).- El Inter de Milán y el FC Barcelona, que se juegan en una de las semifinales de la Liga de Campeones asaltar la final de Madrid del 22 de mayo, lo hacen con aspiraciones muy diferentes, la de los italianos, sin duda, volver a ser alguien después de cuarenta años.

El silencio del Inter, no obstante, no ha sido absoluto, pues si bien en la máxima competición apenas ha escrito alguna página de cierto interés durante cuatro décadas, en la Copa de la UEFA sí ha encontrado algo de acomodo.

Tres fueron los títulos que durante los años noventa colocaron al Inter en el aparador europeo, mientras que su gran rival, el Milán, recogía las Copas de Europa.

El Inter se proclamó campeón de la UEFA en los años 1991, 1994 y 1998. Sin estos tres episodios, el Inter no hubiese actualizado su historial en Europa, ya que para encontrar las páginas con letras de oro hay que remontarse a los años sesenta, justo cuando el equipo italiano se hizo con dos piezas fundamentales. Las mismas de las que se desprendió el Barça: Helenio Herrera y Luis Suárez.

El Barcelona de finales de los cincuenta e inicios de los sesenta tenía grandes planes con su estrella emergente, Luis Suárez, y con un técnico con el que preveía un cambio de tendencia importante en el fútbol español, ya que con dos Ligas seguidas el Barça de HH apuntaba grandes objetivos.

Expulsado HH y perdida al año siguiente la final de Berna contra el Benfica (3-2, 1961), el Barça, ahogado por las deudas, acabó desprendiéndose de Luis Suárez, quien terminó en el Inter, donde Helenio Herrera lo integró en una potente escuadra junto a los Facchetti, Mazzola y otros históricos de la época.

Helenio Herrera acababa de transferir su magia y sabiduría y la suerte de un Barcelona del que salió por la puerta de atrás a un Inter que lo había recibido con los brazos abiertos de la mano del nuevo propietario, Angelo Moratti.

Durante aquellas ocho temporadas en las que estuvo en el Inter, el conjunto italiano tocó el cielo como nunca lo ha vuelto a hacer: tres Ligas, dos Copas de Europa (1964 y 1965) y dos Intercontinentales.

Volvió a jugar dos finales más, en 1967 contra el Celtic de Glasgow en Lisboa, donde los escoceses ganaron por 2-1, y en 1972 contra el invencible Ajax (2-0) de Johan Cruyff. En esa final de Rotterdam el Inter escribió su última página brillante en la Copa de Europa.

Habían sido diez años en los que el Inter alcanzó la mística que, en cierta manera, aún le rodea, aunque muy atenuada porque en el Calcio Juventus y Milan lo han neutralizado y eclipsado. En el último, con cuatro campeonatos (el primero desposeído al Juventus por las trampas en el caso Moggi), el equipo de la familia Moratti ha vuelto a la senda del éxito.

Después de diversos intentos infructuosos, los Moratti tiraron, una vez más, la casa por la ventana y contrataron a un técnico capaz de sacar el máximo a sus equipos. El escogido fue José Mourinho, laureado en el Oporto y Chelsea, y surgido de la escuela del FC Barcelona, con quien el Inter el año pasado no pasó de octavos en la Champions aunque en ésta ha alcanzado la semifinal.

El Inter lo tiene todo para volver a optar por el título de la Liga de Campeones. Sólo tiene que eliminar al considerado mejor equipo del mundo, que viene de ganar los seis títulos el año 2009 y que es el favorito para romper con veinte años de estadísticas, que hablan de que nunca un equipo ha ganado dos veces seguidas la Liga de Campeones desde que ésta tiene esa denominación (1993).

El último equipo que ganó dos veces la Liga de Campeones, anterior Copa de Europa, fue el Milán en los años 1989 y 1990.

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