12 minutos. 720 segundos. Media ocasión. Un disparo a puerta. Eso es lo que necesitó Villa para marcar su primer gol como rojiblanco y meterse al Caldrón en el bolsillo. A los delanteros no se les olvida fusilar a los porteros rivales y su primera víctima fue Valdés.
Si los rojiblancos pensaban que iban a echar de menos a Falcao, 'El Guaje' les ha hecho olvidarle rápido. El asturiano presionó incansablemente a la defensa del Barcelona, incluso llegó a robar algún balón peligroso. Se le notaba con ganas, era su debut en casa y frente a su exequipo.
El gol fue una muestra de la calidad que atesora en sus botas. Desde la frontal del ára sacó un latizago fuerte y colocado al que no pudo llegar Valdés. No tardó en volver a aparecer en las inmediaciones del área rival.
Primero con un disparo desde el centro del campo con Valdés adelantado, que se marchó por poco y después con otra rápisda contra que estuvo a punto de materiarlizar, pero cuando se disponía a disparar, Piqué se lanzó al suelo para evitar el segundo.
Villa se asocia con todos sus compañeros y ellos le buscan. Diesgo Costa, Arda y Koke, levantaban la cabeza y le buscaban con la mirada. Precisamente tras un buen pase del turco al espacio pudo hacer el segundo gol en su cuenta particular, pero las piernas de Valdés lo evitaron.
Cada vez se le ve mejor físicamente y en su segundo partido con la rojiblanca, Simeone le mantuvo en el terreno de juego durante los 90 minutos y prefirió dar descanso a Diego Costa.
David Villa ya tiene canción, ante el Barceloa ya se escuchó en el Vicente Calderón, y no es el 'illa, illa, illa, Villa maravilla,'. Que conste en acta.
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